Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán con información de la Semar
Después de que su nombre e imagen traspasaran las fronteras gracias a su labor rescatando personas de los escombros generados por los temblores de septiembre de 2017, la perrita rescatista Frida, ayer lunes, tras más de diez años de servicio, “se jubiló”.
En una ceremonia con motivo del Día Internacional del Rescatista, la Secretaría de Marina (Semar) reconoció la labor de sus elementos que se dedican a salvar vidas, operaciones de búsqueda y rescate en el mar, aire y tierra, en apoyo a la población civil y Frida no pudo ser la excepción.
En el acto, presidido por Eduardo Redondo Arámburo, subsecretario de Marina, se efectuó el retiro del equipo táctico a Frida y la entrega de un juguete que simboliza el comienzo de su nueva vida, además de una constancia donde le ceden se custodia permanente al Subgrupo de Control Canino de la Sección Tercera del Estado Mayor General de la Armada de México.
Frida es un binomio canino que realizó trabajos de salvamento en zonas de desastre, quien con su simpatía se ganó el corazón de los mexicanos y se reconoció el desempeñó realizado en su carrera en la Semar.
Nacida el 12 de abril de 2009, de raza labrador y color dorado, se desempeñó en las labores de búsqueda y rescate de personas dentro de la Unidad Canina y la de Búsqueda y Rescate Urbano de la Semar.
En sus diez años, dos meses y 12 días de servicio participó en sucesos entre los que destacan: el terremoto de Haití de 2010; la explosión de la Torre de Petróleos Mexicanos en 2013; el terremoto de Guaranda, Ecuador, en 2016, y los sismos de Oaxaca y la Ciudad de México de 2017, localizando a 12 personas con vida.
