Revista Protocolo
Durante el primer Foro Latinoamericano de Trabajadores Científicos 2019, “La Precarización de los Trabajadores Científicos”, que recientemente se llevó a cabo en la Cámara de Diputados, Fadlala Akabani Hneide, director general del Fondo para el Desarrollo Social (Fondesao) de la Ciudad de México (CDMX), expuso que existen un millón 200 mil científicos mexicanos que trabajan en el extranjero, cifra que convierte a nuestro país en el principal exportador de trabajadores científicos de América Latina.
Akabani aclaró que del millón 200 mil, 900 mil tienen título universitario y 300 mil, posgrado.
Afirmó que el problema de la migración del talento mexicano al extranjero tiene las mismas razones que la de cualquier trabajador mexicano que migra a Estados Unidos: falta de empleo, falta de oportunidades y falta de buenas condiciones para desarrollar su trabajo, con lo que dijo que el problema de la migración de talento mexicano es un problema de carácter estructural.
Agregó que los científicos son altamente calificados, pero no ganan mil dólares mensuales, pues sus sueldos oscilan entre 11 mil y 15 mil pesos mexicanos, es decir entre 500 y 700 dólares.
“Un físico matemático tiene un sueldo promedio de 14 mil pesos, un ingeniero 12 mil 500 pesos, un científico social 11 mil pesos y un científico biólogo 11 mil pesos. Ninguno gana los mil dólares”, expresó.
Akabani puntualizó que las ciencias que han sufrido mayor fuga científicos son: aeronáutica, ciencias biológicas y de la salud e ingenieras de nueva creación como mecatrónica, robótica, realidad aumentada y procedimientos automatizados.
“Todo esto es lo que México produce y sin embargo no obtiene casi nada, porque abandonan nuestro país para desarrollar su actividad científica en otros países. Y en muchos de los casos, no es una cuestión de sueldo, sino que no encuentran el espacio científico, tecnológico, industrial y económico que les permita desarrollar su actividad y aplicar sus conocimientos, por ello tienen que emigrar a otro país”, agregó.
“México es el principal exportador de mano de obra científica y esto es un dilema en el desarrollo económico de nuestro país y del desarrollo de la comunidad científica, ya que se van porque no encuentran las condiciones adecuadas para desarrollarse.
“Esto es un problema estructural de déficit tecnológico, que impide que también nosotros completemos este círculo de producción científica que se convierta en una ventaja industrial para nuestro país y se pueda salir adelante”, afirmó.
“De esta manera, los desarrollos científicos que se desarrollan básicamente en nuestras universidades, una gran fábrica de talentos, de los que escuchamos en las noticias que ganaron concursos internacionales, posteriormente no sabemos en dónde son aplicables y capitalizados por la sociedad mexicana”, expuso.
Ante esta situación tan desalentadora expuso que se deben de desarrollar políticas en las que podamos aprovechar lo que nosotros mismos producimos y ser independientes tecnológicamente.
Por ello, expuso que el Fondeso está creando créditos especiales para que los científicos puedan desarrollar sus proyectos con intereses blandos y si requieren créditos superiores a los que les ofrecen, puedan apoyarlos con acercamientos a empresas que los ayuden a desarrollarlos de maneja justa y equitativa, concluyó.
La Federación Latinoamericana de Trabajadores Científicos formó parte de la organización de este Foro en la que participaron personalidades de la comunidad científica latinoamericana, y anunció que en la primavera de 2020, se realizará en Argentina el segundo Foro Latinoamericano de Trabajadores Científicos. Y próximamente será lanzada la Federación Mexicana de Trabajadores Científicos como capítulo Nacional de Latinoamérica.
