México

Palacio Nacional y Catedral, sobrevivientes de incendios, hundimientos y terremotos

El arquitecto y restaurador Sergio Zaldívar participó en el ciclo de conferencias La Plaza Principal, su entorno y su historia

La Catedral MetropolitanaPalacio Nacional y la Catedral Metropolitana, principales elementos del Zócalo capitalino, fueron definidos por el arquitecto Sergio Zaldívar como símbolos de la identidad nacional y a la vez sobrevivientes de incendios, hundimientos y terremotos. El también restaurador participó recientemente en el ciclo de conferencias La Plaza Principal, su entorno y su historia, que tuvo lugar en el Museo del Templo Mayor.

El especialista, quien realizó hace más de tres décadas labores de restauración en ambos edificios, dijo que en el caso de Palacio Nacional se trata de un monumento que guarda entre sus muros la historia de la nación, desde aquellas casas de Moctezuma que fueron tomadas por Hernán Cortés para hacer su propia morada, hasta la sede de gobierno.

En su ponencia La Catedral y el Palacio Virreinal, significado y arquitectura, recordó que Palacio Nacional albergó al Recinto Parlamentario que se incendió en 1872, y en el siglo XX fue ocupada por distintas secretarías, como la de Hacienda y Crédito Público.

Sergio Zaldívar comentó que desde el punto de vista arquitectónico este inmueble no es precisamente un icono de la historia de la construcción, sino es una edificación confusa, alterada, construida y reconstruida.

Dijo que en 1972 se comenzó a intervenir el edificio, se colocaron jardines y en el patio central se puso una fuente de mármol. También se restauró el recinto parlamentario, a partir de una litografía del italiano Pedro Gualdi, y se creó una galería dedicada a la Constitución, dando así una nueva fisonomía a Palacio Nacional.

Al referirse a la Catedral Metropolitana, el arquitecto Zaldívar parafraseó al escritor Vicente Quirarte, quien ha expresado que “en la ciudad el templo es la sintaxis arquitectónica más sedienta de la eternidad a la que toda urbe aspira al ser fundada. Eternidad como testimonio de la más tangible y permanente construcción del paso de un grupo de seres por el mundo con la huella de varias generaciones en sus planos, sus piedras y sus naves, así como en riquezas de otras artes incorporadas a su concierto. El templo sintetiza la historia comunitaria, la rotundidad de su belleza, la majestad de sus formas”.

El restaurador puntualizó que, en este caso, el templo no es sólo la Catedral, sino la plaza misma, es la identidad de la nación, y no puede desaparecer porque ha tenido la capacidad de resistir hundimientos y temblores.

Recordó que su intervención en la Catedral Metropolitana inició en abril de 1988, cuando una lluvia intensa ocasionó que el Sagrario Mayor se inundara, entonces se congregó a un grupo de especialistas, quienes buscaron la solución al hundimiento que, de 1900 a 1980, fue de ocho metros. En aquel tiempo, el arquitecto Zaldívar era titular de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Recordó que el hundimiento de la Catedral se debe básicamente a que se construyó en suelo arcilloso y por la extracción de agua de los mantos acuíferos. El desplome no es parejo como ocurre en el Palacio de Bellas Artes, porque los españoles construyeron el templo sobre algunas ruinas prehispánicas.

Instalaron pilotes para nivelar el edificio, pero seguía el desplazamiento y la posibilidad de que se viniera abajo. Finalmente, uno de los especialistas planteó hundir las partes que oponían resistencia, y mediante esa técnica —que realizaron durante cinco años— se logró estabilizar el inmueble religioso, el cual debe estar en constante observación.

El ciclo de conferencias La Plaza Principal, su entorno y su historia continuará el próximo 6 de noviembre con la ponencia El Ayuntamiento, de Margarita Menegus, a las 18:00 horas en el Auditorio Eduardo Matos Moctezuma del Museo del Templo Mayor, en la ciudad de México.

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