México

Sedena, 195 años defendiendo a México

Conoce los orígenes e historia de uno de los organismos más importantes en México, responsable de velar por la seguridad y la soberanía

Por Luis Felipe Hernández Beltrán

Sedena, 195 años defendiendo a MéxicoLa historia de México estaría incompleta si no se le da un capítulo al Ejército Mexicano; y más, porque esta institución tiene un origen que data de las civilizaciones mesoamericanas que habitaron México y que con el paso del tiempo se ha convertido, junto con otros organismos como la iglesia católica y la Cruz Roja, en una organización en la que confían los mexicanos.

Según académicos, la historia de México se divide en seis partes: Época prehispánica, conquista española, guerra de Independencia, la era de la Reforma, Revolución Mexicana y época contemporánea; en todos esos capítulos, el Ejército ha ocupado un lugar especial, teniendo así, su nombre grabado con letras de oro en la vida de México.

Inicio del batallón

Las culturas prehispánicas no precisamente se caracterizaron por sus aportaciones culturales reflejadas en el legado artesanal y arquitectónico que antropólogos y arqueólogos han descubierto conforme al paso del tiempo.

Algo que distinguió a aquellas antiguas civilizaciones, era su modo de organización para los combates con otros pueblos por diferentes causas: como la ocupación de un territorio, el don de liderazgo, la imposición de creencias políticas o religiosas, o el reclutamiento obligatorio de esclavos.

La realización de distintas tareas como el diseño y construcción de armas, planeación de estrategias, dedicar días enteros a ejercitarse, practicar y entrenar para las ofensivas; era parte del esquema organizacional de aquellos pueblos en los inicios de México, una práctica que se les inculcaba especialmente a los hombres, desde muy pequeños.

Conquistando a México

Con el paso del tiempo y a inicios del siglo XVI, la conquista española no sólo trajo la imposición del idioma castellano y la religión católica, entre estilos de vida y otras tradiciones que la población de la llamada Nueva España adoptó, también un modo de organización de la guerra, una nueva tecnología en armamento, vestimenta específica para pelear, y hasta el uso de animales, especialmente el caballo, para transporte y hasta también como un arma. Basta recordar que el periodo de la conquista fue, hasta donde se sabe, la primera guerra internacional realizada en nuestro país.

Una vez logrado el objetivo, España se posiciona en México, otrora Nueva España, y comienzan los periodos del virreinato, cuyos titulares eran acompañados por dirigentes de la milicia española para, en ese sentido de imposición, enseñarles las prácticas militares, convirtiéndose así en una práctica voluntaria para los hombres indígenas y descendientes de españoles nacidos en México.

El ejército independiente, con un toque realista

Si bien en México se vivía un proceso de paz, dirigidos por la corona española, los líderes del movimiento independentista, con formación militar, iniciaron el reclutamiento voluntario de hombres para ponerle fin al yugo español y comenzar así con el proceso de independencia.

Personajes de la talla de Ignacio Allende, Ignacio Aldama y Vicente Guerrero, entre otros, fueron algunos personajes históricos fundamentales en aquel movimiento armado, algunos con ascendencia española.

De ahí surgieron algunos grupos militares como el ejército insurgente, quienes apoyaban la independencia; el ejército realista, quienes se aferraban a la monarquía española en la Nueva España; o el Ejército Trigarante, que defendió el Plan de Iguala o de las Tres Garantías para los mexicanos: Religión católica, independencia y unión.

Insurgentes y Reforma… y no precisamente un cruce de avenidas

Al asumir el trono, el emperador Agustín de Iturbide impone el Ministerio de Guerra y Marina, también llamado con el tiempo Ejército de la República Mexicana, que consistía en formalizar al ejército como defensor del territorio mexicano y representante del país en luchas armadas fuera de éste; mismo que prevaleció hasta 1884; durante ese tiempo, vio desfilar, literalmente a personajes célebres en la historia de México, como los presidentes Guadalupe Victoria y Antonio López de Santa Anna.

Es ahí donde el Ministerio de Guerra y Marina participa por primera vez en un conflicto armado internacional, como lo fue la Guerra de Independencia de Texas en 1835, cuando integrantes de la provincia de Texas se levantan en armas por los disturbios ocurridos, supuestamente, por órdenes del presidente Santa Anna, en donde muchos texanos murieron cruelmente asesinados por integrantes del ejército.

Así como el capítulo de la Batalla de Puebla el 5 de Mayo de 1862 contra el ejército francés, a cargo del general Ignacio Zaragoza, tras recibir órdenes del presidente Benito Juárez para ponerle fin a la intervención francesa, eventualidad en la que también participó Porfirio Díaz, que a la postre, también sería presidente de México.

Del norte, del sur, del centro… rebeldes y civiles… todo México era un ejército

Con el general Díaz en el poder, surge la Secretaría de Guerra y Marina, ya como parte de un cuerpo presidencial, teniendo a cargo al general Pedro Hinojosa.

Aunque esta secretaría participó en frecuentes conflictos en la frontera con Estados Unidos, tuvo una fama mundial en el movimiento de la Revolución Mexicana al apoyar la investidura presidencial contra las fuerzas revolucionarias, de las cuales existieron ejércitos improvisados que apoyaban a sus principales líderes y las ideologías de éstos, de ahí surgieron los rebeldes maderistas, apoyando a Francisco I. Madero en su lucha por quitar a Díaz del poder; los zapatistas en la zona centro y los villistas en el norte de México, en donde surgieron las icónicas figuras de Emiliano Zapata y Francisco Villa, respectivamente, autonombrados generales de sus respectivos batallones; su lucha se concentró en el apoyo a las comunidades agrarias en contra de las clases altas que se aprovechaban de éstas.

Finalmente, el formado Ejército Constitucionalista, liderado por Venustiano Carranza, que después se convirtió en presidente de México, cuya única finalidad era defender los puntos que marcaba la Constitución de 1917, desconocidos en algún momento por el entonces presidente Victoriano Huerta.

Estos ejércitos populares, contaron entre sus filas con mujeres de diversas edades, a quienes se les bautizó como soldaderas o “Adelitas”.

La Secretaría de la Defensa Nacional, la formación de un ideal

Llegaron los tiempos de la paz, del México democrático, y quién mejor que un militar de formación, un apasionado de la cultura de la milicia y alguien que supo conjuntar la política con las labores del ejército, el retirado general Lázaro Cárdenas del Río, que asumía la presidencia de la República en 1934; crea, en 1937, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que concentraba al Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea Mexicana y la Marina Armada de México, cuyo objetivo principal es salvaguardar al territorio, independencia y soberanía mexicanas y representar a nuestro país en caso de que haya la intención de participar en alguna guerra internacional.

En 1941, el presidente, también surgido de las fuerzas militares, el general Manuel Ávila Camacho, separa a la Marina Armada de México para dejarla en manos de la entonces nueva Secretaría de Marina (Semar), cuyo primer titular fue el general Heriberto Jara Corona; este organismo, se encarga del cuidado de los mares y aguas pertenecientes al territorio mexicano.

Más allá de las armas

Militarmente, la Sedena tuvo una discreta participación en la Segunda Guerra Mundial con el famoso Escuadrón 201, en apoyo a los países aliados que encabezaba Estados Unidos.

Recientemente, se sabe que son los encargados de poner orden en la llamada “Guerra contra el narcotráfico”, al cuidar a la sociedad de los principales carteles y líderes del negocio de la venta de drogas.

Con una impecable organización disciplinaria, en 79 años, las labores de la Sedena y Semar, conformadas por hombres y mujeres, van más allá de la educación sobre el uso de las armas exclusivas del Ejército y las estrategias militares en casos de guerras y conflictos armados, también realizan labores de tipo altruista como apoyar a comunidades en caso de catástrofes naturales: inundaciones, deslaves, huracanes, terremotos, maremotos, etc.; en ese sentido, también han acudido representantes cuando este tipo de desastres naturales ocurren en otros países que requieren apoyo.

El titular de la Sedena, cargo que actualmente ocupa el general Salvador Cienfuegos Zapata, es prácticamente el tercero en importancia dentro de un gabinete presidencial, antecedido por el presidente de la República y el secretario de Gobernación.

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