Moda

Requiere la industria de la moda en México reinversión con mirada internacional

Los hábitos de compra del consumidor en el ámbito internacional han cambiado, hoy está más informado, y busca marcas coherentes que le aporten conocimiento

Revista Protocolo

Ciudad de México, 3 de diciembre de 2020.— A medida que otros países han reanudado actividades tras el confinamiento, las diferentes industrias se han enfrentado a desafíos como el cambio de comportamiento del consumidor. Hoy existen sociedades críticas que buscan marcas congruentes y sensibles con el contexto actual, que brinden experiencias de compra, conocimiento y no solo apariencia.

La maximización de beneficios emocionales como la percepción de seguridad, es otro de los cambios que presentan los consumidores y que se pone de manifiesto en la nueva normalidad, en la que exigen que las marcas sean capaces de transformarse para lograr una reconexión con los consumidores que a su vez garantice su supervivencia.

Si las marcas logran sortear estos desafíos, tienen el potencial de mantener el interés del consumidor y el consecuente apoyo de los inversionistas.

Búsqueda de coherencia entre los valores y los hábitos de consumo: Con la crisis, el sistema de valores de los consumidores se ha transformado, brindándole una importancia a las acciones de responsabilidad social corporativa de las empresas.

De acuerdo con un estudio representativo a escala global, el 52 por ciento de los consumidores millennials se dan a la tarea de investigar los valores y compromisos de una marca antes de realizar una compra, y un 42 por ciento de ellos ha expresado su interés en conocer los materiales y el ciclo de producción de sus prendas antes de elegirlas.

Nuevas habilidades aplicadas en la toma de decisiones sobre cómo y por qué adquirir ciertos artículos: A través de las herramientas digitales, los consumidores investigan temas que les interesan y este hábito se traduce en una necesidad para que las marcas les aporten conocimiento funcional y emocional. A escala global, este interés ha contribuido a que los consumidores se familiaricen con conceptos como: comercio justo e impacto ambiental, tendencias que, incrementalmente, influirán en la cultura de consumo y en la decisión de compra en México.

En este contexto, es importante que las marcas tengan la certeza de que todos los elementos en su cadena de suministro representen los valores y prácticas con los que desean ser asociados por los consumidores mexicanos. La abundancia de información en línea debe motivar a que una empresa sea congruente y evite utilizar la falta de información como una excusa que pretenda cubrir alguna carencia.

Sensibilidad al contexto social y medioambiental: El consumidor actual espera que sus marcas favoritas rindan cuentas. Dos tercios de los consumidores jóvenes a escala global afirmaban que dejarían de consumir o boicotearían marcas que no tengan posturas claras sobre temas concretos. La hipótesis fue demostrada y tras el movimiento #BlackLivesMatter, los consumidores señalaron incongruencias en la postura de marcas como Reformation y Celine, que fueron acusadas en las redes sociales por ejercer conductas discriminatorias contra sus clientes o personal.

El consumidor también está adquiriendo conciencia sobre el impacto ambiental de la moda, debido a lo cual la sustentabilidad de las empresas en la industria tomará importancia en los próximos meses, impulsando métodos de producción enfocados en reducir la huella de carbono, uso de químicos peligrosos o reutilizando insumos previamente descartados en métodos como reciclaje y el denominado upcycling.

Además de incrementar la sensibilidad de los ciudadanos, los recientes sucesos han demostrado la necesidad de transformar la situación actual de la cadena de suministro: durante los primeros meses de la pandemia, el cierre de fábricas en Asia y la cancelación de pagos generaron una crisis que afectó a millones de trabajadores que perdieron o vieron precarizados sus empleos en la región.

Los tres desafíos son una tendencia internacional que aún puede parecer imperceptible en el contexto mexicano; sin embargo, de acuerdo con datos recientes del monitoreo que realiza SIMO Consulting, los hábitos de consumo de los mexicanos muestran una creciente solidaridad reflejada en las generaciones millennial y centennial, donde es posible apreciar su creciente interés por apoyar el consumo local:

  • De cara a la reapertura gradual de los diferentes sectores económicos, los jóvenes muestran mayor disposición a participar en actividades en pro de la comunidad. Alrededor del 60 por ciento de las personas menores de 39 años se declaran a favor de involucrarse en iniciativas para apoyar a negocios locales.
  • Son los millennials y centennials los que están dispuestos a aportar sus recursos para apoyar a personas vulnerables o que se consideran más necesitadas.

El comportamiento de las nuevas generaciones

Existen en la actualidad pocas y limitadas herramientas para que los consumidores mexicanos ejerzan su derecho a conocer las políticas y acciones de las empresas mexicanas más representativas del sector de la indumentaria y para que este sector establezca un benchmarking que permita conocer mejores prácticas y medir sus compromisos frente a sus iguales.

El Índice de Transparencia de la Moda en México 2020 es una iniciativa global que se ha aplicado previamente en regiones como Europa y Brasil y que permitirá que los mexicanos conozcan el nivel de transparencia de las políticas y acciones de 20 marcas en temas de derechos humanos y medio ambiente.

La nueva normalidad no deja espacio para dudas: la industria de la moda debe cambiar y el consumidor tiene poder para impulsar esa transformación.

Es momento que las empresas estén dispuestas a crear políticas de sustentabilidad para asegurar el bienestar de quienes trabajan en ellas y del medio ambiente, y que los clientes sigan motivando una mejor industria por medio de decisiones de compra más y mejor informadas.

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