Personajes

Colaboración invitada: Muere María Rubio… Vivirá en Catalina Creel por siempre

Triste por el fallecimiento de su hijo, el productor de televisión Claudio Reyes, en noviembre pasado a consecuencia de un accidente automovilístico, la actriz María Rubio falleció ayer en su casa de la Ciudad de México

Texto: Luis Hernández Reyes*

32 telenovelas, 10 películas y 3 obras de teatro, son parte del palmarés artístico de María Rubio
32 telenovelas, 10 películas y 3 obras de teatro, son parte del palmarés artístico de María Rubio

Cuando las historias de la televisión se fincaban en las Blanca Nieves, Cenicientas, Salvajes Rosas y más tarde Marías en las que la dama joven se distinguía por un aspecto pobre, de barriada y vulgar voz, llegó un argumento que impondría un nuevo procedimiento: la imagen de una mujer firme, férrea, fuerte y determinante de pelo recogido, avanzada edad y genio hitleriano con una característica única: un parche sobre el ojo derecho, que en el fondo, reflejaba las batallas de una guerra de apariencia perdida y que iría a recobrar venganza, esta fue Catalina Creel, el personaje de carácter más sólido, deslumbrante y triunfador, hecho en la creación de María Rubio.

Esa actriz que en sus mozos años peleó, luchó en busca de conquistar el estrellato, se fue perdiendo ante la falta de oportunidades que alcanzaran un papel en el que le identificaran su fuerza interpretativa actoral. Sin embargo, el tiempo —el mejor amigo— y la constancia de lucha y preparación soportaron la llegada de un papel que rompería con los paradigmas de la niña bonita tan similar al galán y estrella de la película o telenovela.

María Rubio se apoderó de esa imagen sobria, poderosa e indestructible para crear en la pantalla chica a la villana, tal vez más simbólica, en la historia de las telenovelas mexicanas a través de Cuna de Lobos. Gonzalo Vega, Alejandro Camacho, Rebeca Jones, Carmen Montejo, Raúl Meraz, Josefina Echanove, Rosa María Bianchi, Humberto Elizondo, Magda Karina y Wally Barrón no alcanzaron a deslumbrar el papel que la producción, en la historia del escritor mexicano Carlos Olmos, había preparado para el estrellato de Diana Bracho. La propia protagonista describe que de ese papel que estaba hecho para lucir esplendorosamente como joven, fue opacado por una mujer de edad y singular desenvoltura en los sets televisivos. María Rubio quedó como un símbolo único abominable y exquisito a la vez del prototipo de la villanía que puede alcanzar, en una historia, el deseo del poder.

Tal vez en el antes y después de esta actriz, no haya más que comentar situaciones biográficas que jamás superarán a la loba que produjo el aullido más largo e impactante para crear un clima en el que la audiencia televisiva estaba inmersa e inquieta para que sonara el horario de la telenovela que atrapó no solamente a la gente mayor, sino al núcleo juvenil e infantil atraído por las maldades de un ser que en pantalla se llamaba Catalina Creel y que atrás de él había un nombre: María Rubio.

María de Jesús Rubio Tejero, nombre completo de la histrionisa, falleció la mañana de ayer a los 83 años de edad, sin embargo, Catalina Creel vivirá eternamente en la historia de la televisión mexicana.

* El autor es periodista de deportes y espectáculos desde 1970, colaboró para los periódicos El Sol de México, Excélsior y Ovaciones. En 1984 llegó a Televisa donde fue subjefe de información deportiva. Actualmente, escribe sobre temas taurinos para distintas páginas de internet del mundo de la tauromaquia.

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