Personajes

La muerte, la última rival del Perro Aguayo

El ídolo de la lucha libre mundial falleció la tarde de ayer, miércoles 3 de julio, a los 73 años de edad

Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán

Si alguien supo no solo triunfar en los cuadriláteros de la lucha libre, sino adoptar una personalidad dentro y fuera de estos, fue Pedro Aguayo Damián.

El Perro Aguayo, nacido el 8 de enero de 1946 en Nochistlán, Zacatecas, no tuvo piedad de demostrar su rudeza en sus inicios como profesional del deporte del pancracio a mediados de los años sesenta. Figuras ya consagradas como El Santo o Blue Demon, sufrieron con su estilo de luchar.

Y ni qué decir de sus épicas batallas con luchadores de su generación como Los Villanos, Canek, Mil Máscaras o Dos Caras; donde sin clemencia alguna, llegó a tener enfrentamientos sangrientos y prueba de ello, fueron las múltiples cicatrices que quedaron en su frente.

De melena larga tipo Tarzán, calzón de luchar generalmente blanco y sus botas de piel, “el can de Nochistlán, Zacatecas” fue amado u odiado por los aficionados a las luchas, bastaba con ver su castigo “La lanza”, del que fue creador y que consistía en patear con sus dos pies a la vez a sus oponentes, para hacer estallar el júbilo en las arenas de México, Estados Unidos, Europa y Japón, donde siempre figuró como estelar.

La Plaza de Toros Monumental de Monterrey lo vio ganar la máscara de Stuka el 1 de agosto de 1991, dando así a conocer el rostro de Joel García; mientras que en un lleno a reventar, la Plaza México, el 30 de abril de 1993, en el primer aniversario de la empresa Triple A, lo vio desenmascarar a uno de sus archirrivales: Máscara Año 2000, quien dijo llamarse Jesús Reyes.

Entre otros campeonatos conquistados en la empresa del desaparecido Toreo de Cuatro Caminos y el Consejo Mundial de Lucha Libre, el Perro fue campeón mundial de peso ligero de la empresa internacional WWF.

Como todas las leyendas de la lucha libre, tuvo su faceta de actor cinematográfico en cinco películas, siendo la más destacada El ángel del silencio (Gilberto Martínez Solares, 1979) al lado del actor Rogelio Guerra, donde la hace de villano interpretando a un gladiador que en plena lucha mata al personaje principal.

También incursionó en la política cuando fue candidato a senador por su estado natal, Zacatecas, arropado por el desaparecido Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional en las elecciones de 1994.

Pero ni las derrotas en la lucha libre con las que perdió su cabellera contra el Villano III, el 21 de agosto de 1983 en la Arena Naucalpan, ni la del 21 de marzo en el Homenaje a Dos Leyendas en la Arena México frente a Universo 2000, con la que se retira, fueron tan difíciles como la muerte de su hijo Pedro Aguayo Ramírez “el Hijo del Perro Aguayo” al sufrir un infarto de corazón mientras luchaba en la Arena Tijuana el 21 de marzo de 2015.

Ayer, 3 de julio de 2019, Pedro “el Perro” Aguayo tuvo su última lucha en Guadalajara, Jalisco, con un rival imposible de vencer: la muerte, como lo confirmó su familia en redes sociales, convirtiéndose así el ídolo e ícono de los cuadriláteros en leyenda.

¡Descanse en paz!

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