Personajes

Little Richard, el irreverente negro que cambió la escena musical

El cantante estadounidense, primer afroamericano en imponerse artísticamente en un mundo donde mandaban los blancos, falleció el pasado sábado, heredándole al mundo el fenómeno musical que fue el rock and roll

Luis Felipe Hernández Beltrán

Ciudad de México, 11 de mayo de 2020.— La figura, fenómeno e ícono que en el mundo representó Elvis Presley, no hubiera sido posible sin que antes hubiera existido Little Richard.

Y es que el gobierno, medios de comunicación y la sociedad estadounidense de los años cincuenta y sesenta, dominados en aquel entonces por blancos, no soportaron ver cómo uno de raza negra entraba en la cúspide del medio artístico, con su voz privilegiada, de matices que solo los negros pueden alcanzar; moda en vestuario y peinado; pero sobre todo por su irreverente forma de tocar el piano… poniéndose de pie y tocando ese instrumento con los pies, los glúteos y hasta con los dientes.

Así, Richard Wayne Penniman iniciaba conquistando e imponiendo tanto en Estados Unidos como en el mundo entero un movimiento musical creado por los negros, que los blancos bailaban, cantaban, disfrutaban y admiraban; y que solo trayendo a Elvis Presley, alguien extremadamente opuesto a quien adoptó el nombre de Little Richard, pudieron acabar con su reinado.

Y aunque nunca se adjudicó ni se le adjudicó el calificativo de “Rey del Rock”, con solo 20 discos, lograron desprenderse casi 40 éxitos que entraron en las listas de popularidad de todo el mundo y hasta la fecha siguen vendiéndose y escuchándose por multitudes. Canciones con letras a veces inentendibles, surrealistas, banales y de una sola frase; pero prendían y ponían a bailar a cualquiera.

“Tutti Frutti” fue la primera melodía que le abrió camino y lo lanzó a la fama en 1954, cuando con cuatro discos ya grabados previamente, la compañía discográfica RCA estuvo a punto de concluir con su relación, pues no vendía lo esperado, ni llenaba los teatros donde se presentaba en sus conciertos; entonces, esa pegajosa canción que hacía una apología homosexual y sexual, levantaba a la gente de sus asientos para pararse a bailar, y volvía locas a las mujeres.

Y así siguieron otros éxitos más como “Long tall Sally”, “Rit it up”, “Oh Lucille” y ni qué decir el clásico “Good Golly, Miss Molly” que hacía referencia a la chica Molly que gustaba de jugar pelota; y que en México fue mal traducida y rebautizada como “La Plaga”, éxito de Los Teen Tops en voz de Enrique Guzmán.

A diferencia de su contraparte Elvis Presley, en sus más de 60 años de trayectoria, a Little Richard jamás se le supo un escándalo público ni de su vida privada; quizás los rumores de una homosexualidad que nunca se pudo confirmar, pero el cantante no le gustaba ahondar en ello, pues “yo hablo en los escenarios”, como lo declaraba constantemente en muchos medios de comunicación.

La melosa voz de Little Richard, nacido en Macon, Georgia, EEUU, el 5 de diciembre de 1932, calló para siempre el pasado sábado, cuando por causas no reveladas, se confirmó su muerte en Nashville, Tennessee, a los 87 años de edad, dejando así, un vasto legado artístico y musical.

Little Richard, “please, come back where you belong! (¡Por favor, vuelve adonde perteneces!)”.

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