Por Helen Krauze
Descanse en paz este gran ser humano
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| Miguel de la Madrid Hurtado |
Conocí a don Miguel en uno de esos desayunos que el grupo periodístico “20 Mujeres y un Hombre” realizaba. Él era uno de los que se rumoraba iba hacia la presidencia.
Los desayunos eran siempre en algún salón del hotel María Isabel, pero en esta ocasión fue en Coyoacán, por lo cual llegué bastante tarde por no encontrar la dirección.
Cuando entré ya casi todas habían agotado las preguntas, de ahí que yo tenía que salir con algo diferente y entonces se me ocurrió preguntarle:
—“Licenciado, ¿se siente usted presidenciable?”
Su rostro cambió un poco y más bien serio, me respondió:
—Yo aceptaré lo que mi partido decida.
Una vez nombrado candidato a la presidencia, nos invitó, a Conchita Solana y a mí, a acompañarlo en su campaña por el sureste, que en verdad fue una experiencia única. En este mismo grupo tuvimos la oportunidad no sólo de ver y sentir todo lo que exige una campaña, sino además asistir a las diferentes reuniones con los gobernadores y personalidades de cada estado. Además hicimos gran amistad con los demás invitados como: Ana María Aguirre, Manuel Arce, Luis Chico Pardo, Ricardo Raphael y Gastón Alegre, entre otros. Ya en México, nos llegamos a reunir varias veces, e incluso nos hicimos llamar “el grupo QR”.
Precisamente en esa ocasión fue cuando tuvimos la oportunidad de conocer realmente a don Miguel y nos parecía un hombre guapo, honesto, interesante, un ser humano muy caballeroso, agradable, sin ninguna ínfula de poder o prepotencia y la verdad eso lo emanaba y todo el mundo lo parecía sentir.
Ya de presidente, el grupo de las “20” lo entrevistamos en diferentes ocasiones, varias de ellas en Los Pinos, donde en una de éstas tuvimos la oportunidad de saludar a doña Paloma Cordero de De la Madrid, quien nos recibió con un caluroso abrazo y un beso. Recordamos que nos conocimos cuando ella y sus hermanas vivían precisamente en contra esquina del que fue mi primer hogar de casada y nos veíamos cuando yo paseaba a mi recién nacido hijo. Ellas se acercaban a saludarme siempre vestidas con su uniforme del Colegio Francés y sus rubias trenzas. En ese momento me preguntó por mi hijo, quien ya era un hombre.
Don Miguel nos recibió al igual cuando Conchita presidía el capítulo México de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE), durante un congreso internacional.
Todos esos recuerdos vienen a mi mente ahora que don Miguel ha fallecido y que siempre fue, para mi manera de ver, un hombre recto con valores y ética profesional. Un hombre que se enfrentó con muchas dificultades y supo salir adelante. Un hombre sencillo quien después de dejar la presidencia, tuvo una vida tranquila al lado de su familia.
Desde estas líneas, mis más sinceras condolencias a Paloma, sus hijos: Margarita, Miguel, Enrique, Federico Luis y Gerardo Antonio; a su hermana, Alicia de la Madrid, y a toda su familia.
Descanse en paz este gran ser humano.
Revista Protocolo
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| Conchita Solana y Helen Krauze en la campaña de Miguel de la Madrid por el Sureste |
