El reconocido y multigalardonado dramaturgo mexicano falleció ayer a los 87 años de edad
Luis Felipe Hernández Beltrán
Ciudad de México, 10 de abril de 2020.— Fue el 12 de marzo de 1933 en la Ciudad de México, cuando el telón de la vida se abrió y apareció uno de los hijos predilectos del teatro: Tomás Urtusuástegui, para actuar en una obra de más de 80 actos convertidos en años, llenos de triunfos y múltiples reconocimientos.
El hombre, que destacaba como médico cirujano, cuando cumplió 50 años vio que el mundo del arte le tenía preparado algo mejor, por lo que al jubilarse como galeno, decidió dedicarse de lleno a la escritura para teatro, de la cual, entre de su autoría propia y adaptaciones, realizó casi 400 obras de diversos géneros, llevando la mayoría de estas a escena no solo en México, sino en otros países. También fue director de escena, entre otros puestos teatrales. Sin dejar de mencionar que también escribió novelas, cuentos y ensayos; así como maestro de escritura y guionismo en diversas academias.
Aunque no hay datos estadísticos que lo confirmen, se cree que por el total de obras teatrales escritas, Tomás Urtusuástegui podría ser el dramaturgo con más guiones teatrales en el mundo.
Una de las obras que consolidó a Urtusuástegui, fue Vida estamos en paz, donde cuatro personajes de la tercera edad reflexionan sobre su historial de vida, intercambian anécdotas y visualizan su futuro.
Agua clara trata de un enredo familiar en el que la trama provoca que gente allegada a la familia se vea inmiscuida en una problemática.
Con ¿Huele a gas? el autor destaca cómo una flatulencia interrumpe una reunión de gente de alta alcurnia, quienes se critican entre sí.
En el año 2005, el autor fue acreedor del Premio Nacional de Dramaturgia “Juan Ruiz de Alarcón”; y en el año 2000, la Unesco lo condecoró con la medalla “Mi vida en el teatro”, entre otros reconocimientos más.
La última aparición pública que tuvo el dramaturgo, fue en abril de 2019 en la Fundación Miguel Alemán, durante la presentación de la obra de teatro en atril El hábito de Juana escrita por Alejandro Ordorica y actuada por la pintora Martha Chapa, en la que participó como asesor de escena. En aquella ocasión, al término de la obra, se le brindó un reconocimiento verbal que culminó en un minuto de aplausos de los más de 200 asistentes.
La madrugada de ayer, a través de redes sociales, sin especificar las causas, diversas instituciones artísticas y gente de teatro informaron del fallecimiento del escritor a los 87 años de edad.
El telón para Tomás Urtusuástegui se cerró para siempre, pero los aplausos continuarán por toda la eternidad.
