Materiales sustentables, cuidado del agua, un bosque comestible, así como villas bioclimáticas, forman parte de este complejo residencial, que busca ser punta de lanza en nuestro país para comenzar a implementar una visión como la que comparte el International Living Future Institute (ILFI)
Ciudad de México, 7 de julio de 2023.— De la mano de importantes despachos arquitectónicos como GDU, López Baz y Calleja Arquitectos, HEMAA, entre otros, Reserva Santa Fe, propiedad en medio del bosque, busca ofrecer a sus futuros habitantes, un estilo de vida inigualable en América Latina, el cual tiene como objetivo que las personas formen una comunidad que le regrese al planeta más de lo que consume.
Gracias a esta visión, Reserva Santa Fe se coloca como el primer desarrollo habitacional en el mundo, en estar en proceso de certificarse como Living Community Challenge, un distintivo que otorga el International Living Future Institute (ILFI), con el cual, quienes lo obtienen, deben pasar por una rigurosa evaluación para ser considerados comunidades que pasan de un impacto menor al medioambiente a lo regenerativo.
Materiales sustentables, cuidado del agua, un bosque comestible, así como villas bioclimáticas, forman parte de este complejo residencial ubicado a solo 15 minutos de Santa Fe, que busca ser punta de lanza en nuestro país para comenzar a implementar una visión como la que comparte el ILFI, la cual es crear edificios que generen más energía de la que consumen, que capten y traten toda el agua en el sitio y que estén construidos con materiales que no dañen al planeta.
¿Cómo será la vida en Reserva Santa Fe?
El proyecto que inicia la etapa dos de comercialización, ofrecerá edificaciones como Punta Campana, ubicada en un gran bosque de oyamel, enfrente del Cerro de la Campana. Sus villas horizontales y verticales están diseñadas con acabados de lujo y un interiorismo minimalista sincronizado con la naturaleza que las rodea.
Una de las principales características de estas residencias, es que además de tener una vista panorámica del lugar, están construidas con diseño bioclimático, lo que significa que utilizan estrategias de enfriamiento en época cálida y métodos para conservar el calor en época de frío, garantizando confort para sus habitantes, impactando mínimamente al medioambiente. También buscan que la cantidad de luz sea ideal para cada unidad. Todo esto sin contraponerse al funcionamiento, durabilidad y estética de las mismas.
Los habitantes también tendrán acceso a una Casa Club que funcionará como espacio de integración para la comunidad y contará con alberca semiolímpica y recreativa, gimnasio, spa, salón de belleza, sauna, clases de spinning al aire libre, restaurantes, bares, invernadero, cafetería, ludoteca, zona infantil, entre otros.
La parte wellness también está considerada en el proyecto, por lo que las personas que se integren a la comunidad de Reserva Santa Fe podrán realizar actividades al aire libre en sus más de 110 hectáreas de bosque privado.
Montar a caballo, pescar en el lago, recorrer kilómetros de senderos en bici, pasear a las mascotas en un parque pet-friendly o meditar en medio del bosque en un santuario otomí para que las personas conecten cuerpo y alma, son algunos de los espacios que se establecerán en este residencial privado.
En cuanto a los habitantes que buscan una alimentación saludable, Reserva Santa Fe diseñó el programa de Bosque Comestible, una iniciativa en la que, con ayuda de las personas originarias de la región, aprovechan las especies de hongos y otros alimentos que se pueden encontrar en el entorno natural.
Además, tendrán acceso a capacitaciones en el huerto del proyecto que tiene como fin que los habitantes aprendan a cultivar sus propios alimentos orgánicos.
Con todas estas características, Reserva Santa Fe promete un estilo de vida excepcional dentro de un corredor biológico ubicado a pocos minutos de la zona metropolitana.
Fotografía: Reserva Santa Fe
