Responsabilidad Social

CNDH, la voz de las mujeres rurales

Apoya CNDH a las mujeres rurales en su demanda de reconocimiento a sus capacidades para superar las brechas de desigualdad; que se les consulte sobre proyectos y oriente acerca de apoyos productivos

Revista Protocolo

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hace eco del reclamo de las mujeres rurales organizadas que demandan no solo el reconocimiento de los problemas que les aquejan, sino que se parta de sus capacidades para superar las brechas de desigualdad que las afectan a escala nacional.

Por ello, el organismo nacional exhortó a los tres órdenes de gobierno a diseñar políticas públicas con base en las necesidades y requerimientos de ese grupo poblacional, que se les consulte sobre los proyectos que necesitan y cómo utilizar los apoyos productivos, además de tomar en cuenta la diversidad de culturas a las que pertenecen.

En ocasión del Día Internacional de las Mujeres Rurales que se celebró ayer, 15 de octubre, la CNDH subraya que las mujeres rurales enfrentan nula autonomía, lo que les impide tener tiempo para ellas mismas y para generar ingresos propios, así como para sus familias y comunidades, no obstante contribuyen a la producción alimentaria nacional, con todo y limitaciones de tipo legal y algunos sistemas normativos internos de sus comunidades que, en ocasiones, las han excluido de participar y tomar decisiones en torno del otorgamiento de recursos y financiamientos agrícolas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) 2016, la población estimada en el país es de 122.3 millones de personas, de las cuales el 23.2 por ciento reside en localidades rurales, donde hay 104 mujeres por cada 100 hombres. Asimismo, una de cada tres mujeres rurales se concentra en los estados de Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Estado de México, y seis de cada diez (62.1 %) se halla en situación de pobreza.

Con base en datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 93.5 por ciento de las mexicanas rurales son ubicadas en condición de vulnerabilidad al carecer de acceso a educación, salud, seguridad social, infraestructura de la vivienda, servicios básicos y alimentación, además de que la mujer rural percibe 75 por ciento menos salario en comparación con el que perciben los hombres del campo.

La CNDH llama al Estado mexicano a impulsar y visibilizar los aportes que las mujeres rurales hacen a sus comunidades, su papel en la seguridad alimentaria, la producción y comercialización de alimentos y el cuidado de animales, así como la realización de las tareas domésticas, a pesar de la feminización del trabajo agrícola por factores que contribuyen a reproducir la pobreza en el campo mexicano, y a la falta de acceso a la educación y al empleo que afectan el goce y ejercicio de sus derechos fundamentales.

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