Responsabilidad Social

Los niños… ¡a la escuela!

Urge la CDHCM a prevenir el trabajo infantil y advierte sobre riesgo de abandono escolar en la CDMX

Revista Protocolo

Ciudad de México, 17 de agosto de 2020.— La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, llamó al trabajo interinstitucional para asegurar el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes y evitar la deserción escolar.

En su participación en el foro “Prevención de la Trata de Personas en Niños, Niñas y Adolescentes, diferencias entre trabajo infantil y explotación”, advirtió sobre el abandono escolar y cierre de escuelas en el contexto de la pandemia por el covid-19 que arrojaría a incorporarse al trabajo infantil y, por tanto, incrementar los factores de vulnerabilidad frente a situaciones de explotación laboral y de trata.

Al reto de erradicar el trabajo infantil, explotación laboral y trata, dijo la defensora, se suma con la contingencia sanitaria, la precarización del empleo y cierre de escuelas, que repercuten en el acceso a la educación.

Llamó entonces a realizar trabajo interinstitucional para la prevención del trabajo infantil, toda vez que al interior de las familias ya se resienten los efectos económicos y que se prevé transcenderán por factores como el secuestro de niños o la trata con fines de adopción ilegal, así como por el déficit ante el Registro Civil durante la pandemia.

Ramírez Hernández sostuvo que los efectos deberán replantear también los compromisos de los países para la erradicación del trabajo infantil, en términos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2021.

Al respecto, dijo que la agenda debe pasar por la cláusula específica del nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que prevé diagnósticos y escrutinios de grupos empresariales sobre el trabajo infantil en los productos, servicios y bienes de exportación.

Señaló que en la CDMX difícilmente se observa trabajo infantil en el sector formal, debido a la regulación de la Secretaría del Trabajo, pero sí existe en la informalidad, sobre todo de niñas, niños y adolescentes que trabajan en mercados públicos, tianguis y la Central de Abasto, donde es un foco rojo.

De igual forma, llamó la atención sobre niños que venden flores y otros productos en las calles, durante la noche y madrugada, expuestos a ser víctimas de trata o de explotación laboral. “Estamos frente a un fenómeno que tenemos que atacar y dimensionar culturalmente que no podemos ser permisivos como sociedad”, subrayó.

En el foro convocado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, insistió en involucrar a diferentes actores dentro de la agenda de protección contra la trata y a sumar miradas para lo que viene.

Pidió no confundir el trabajo formativo con el trabajo infantil, el cual se define como todo aquel, remunerado o no, que implica e impide el ejercicio de otros derechos, principalmente a la educación, al esparcimiento y a la vida.

“El trabajo infantil es peligroso y perjudicial para el bienestar físico, mental o moral de los niños, niñas y adolescentes, porque interfiere en su escolarización al privarlos de asistir a clases o, si lo hacen, es en condiciones de desventaja, debido al desgaste físico; y porque no ejercen su derecho al juego”, apuntó.

El trabajo formativo es en cambio, explicó, la distribución de las labores al interior del hogar entre hijas e hijos de acuerdo a su edad, o el trabajo familiar dedicado a ciertas labores y que puede ir formando, mientras no interfiera con el ejercicio de derechos.

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