Don Gorri y Dr. Shenka visitaron un centro de reinserción social en la Ciudad de México en apoyo al “Programa de Atención Integral a las Adicciones”
Ciudad de México, 25 de agosto de 2023.— Hace unos días, integrantes del grupo musical Panteón Rococó, Don Gorri y Dr. Shenka visitaron un centro de reinserción social en la Ciudad de México en apoyo al “Programa de Atención Integral a las Adicciones” para personas que buscan recuperarse de la dependencia a las sustancias psicoactivas en:
- En el tratamiento residencial dentro de la clínica.
- En tratamiento ambulatorio, ambos disponibles dentro del Centro de Reinserción para todos aquellos que lo requieran.
Este programa tiene como objetivo promover la recuperación de las adicciones y la recuperación de la salud física y mental, a través de un tratamiento terapéutico integral.
Rodrigo Bonilla, guitarrista y conocido bajo el nombre de “Don Gorri”, y la voz principal de Panteón Rococó, “Dr. Shenka”, dieron testimonio al frente de 60 personas, incluidos hombres que están por cumplir su condena y que se encuentran en un proceso de desintoxicación, así como personal administrativo de este centro de reinserción; Gorri y Shenka se dieron la oportunidad de compartir de viva voz sobre su paso en las adicciones, abordando de manera frontal un proceso que los ha llevado a recorrer un camino difícil alterno a la fama y al éxito, necesario para poder retomar su vida personal y profesional en pleno uso de su conciencia.
Esta visita especial empezó con la llegada de los músicos al Centro, cumpliendo con cada uno de los requisitos que se piden al ingresar, alrededor de murmullos, caras sorprendidas; Dr. Shenka se presentó y comenzó con la crónica de un largo camino, lo mismo que Gorri, ambos procesos diferentes, pero con una misión particular, recobrar la salud, el amor propio y el autorrespeto.
Conforme iba avanzando la plática, la sorpresa de los escuchas crecía cada vez más, en su expresión facial no daban crédito al relato que cada uno expresó, tanto Shenka como Gorri, lograron captar la atención de los oyentes, se hicieron presentes virtudes que el ser humano posee por naturaleza, a través de la valentía, la humildad y la empatía abrieron su corazón para contar algo que sin duda les ha causado dolor en diferentes etapas de su vida.
Expresaron sus más grandes miedos e inseguridades, con el pleno objetivo de ayudar a esta comunidad del centro de reinserción de la CDMX, haciendo saber que esa población no es la única que se encuentra en un proceso de limpieza física y mental, las adicciones no son exclusivas de unos cuantos, cualquier persona puede ser presa de la autodestrucción; la diferencia está en hacer consciente las elecciones de vida a través del tratamiento terapéutico que proveerá las diversas herramientas que harán la diferencia en un proceso de sanación.
Una experiencia por demás complicada cuando se trata de hablar de uno mismo, sin embargo, siempre valdrá la pena contarlo si es para ayudar a otras personas, al final, músicos famosos o gente desconocida, son lo mismo, seres humanos.
Al cabo de casi una hora y media, Shenka y Gorri cerraron la plática interpretando dos canciones en formato básico (voz y guitarra), piezas icónicas de Panteón Rococó, como lo son: “Vendedora de caricias” y “La dosis perfecta”.
En nombre de todos los integrantes de Panteón Rococó agradecen a las autoridades en general y al Programa de Atención Integral a las Adicciones, por dejar compartir un poco de su experiencia personal y poder encender una de las muchas luces que brillarán en un proceso de sanación, mucha fuerza y luz para todos los que la necesitan.
Se suma también con un agradecimiento muy especial para la creadora y puente de esta iniciativa, a la maestra Rosalba Aguilar García, directora del Programa de Yoga en Reclusión por Yogaterapia México e instructora de Yoga Vinyasa Hatha con especialidad de yoga sensible al trauma y yoga para adicciones y terapéutico. Sin su gestión y acercamiento este trabajo no hubiera sido posible, sin su ayuda este tipo de iniciativas no tendrían voz, y no habría la oportunidad de que el ser humano cree empatía con su alrededor y conciencia de sí mismo.
Fotografía: Panteón Rococó
