La emergencia sanitaria produjo cambios en los roles tradicionales entre hombres y mujeres
Revista Protocolo
Ciudad de México, 5 de noviembre de 2020.— La labor del Estado es fundamental para impulsar políticas transversales en materia de género que favorezcan el apoyo del hombre en el cuidado de los hijos y la casa, y también generar este cambio en el seno de las familias, consideraron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Especialistas en física, historia, matemáticas e ingeniería participaron en el seminario “La investigación y la docencia en tiempos de pandemia: Científicos al cuidado”, organizado por la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM.
Durante este encuentro expusieron sus experiencias al tener que compaginar su responsabilidad como padres de familia y sus labores profesionales en el contexto de la pandemia que se vive.
Edgar Tafoya Ledesma, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, destacó que socialmente la mujer es la única que tiene responsabilidad de los hijos y del hogar. Sin embargo, hoy es tiempo de democratizar las estructuras no solo desde los gobiernos, instituciones y estructuras públicas, también en la vida cotidiana y familiar.
“Cuando comencé a dar clase en el contexto de la pandemia, en algún momento pensé si era prudente tener a mi hija al lado. Los hombres deben entender que esa es la realidad y por qué se debería ocultar si puede servir como una parte educativa, esa es también nuestra labor al abonar a este cambio cultural”, ejemplificó.
Para Noé Cruz Marín, académico de la Facultad de Ingeniería, es urgente incluir en todos los niveles educativos materias en las que se aborden los temas del respeto a los derechos humanos; la no violencia, discriminación e igualdad, además de manejo de conflictos y negociación.
Destacó que, en su caso, participa como agente de cambio en su entorno al ser orientador contra la violencia de género. “Si queremos tener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes; la pandemia es una oportunidad para renegociar las cosas.”
A su vez, Francisco Quijano, del Instituto de Investigaciones Históricas, precisó que existe una lógica de las políticas de apoyo a la mujer que incluyen prestaciones que, a la larga, reproducen esquemas donde son las únicas que deben preocuparse por el cuidado de los hijos y el hogar: “Como el acceso a la guardería o estancia, si el hombre no lo puede pedir, implica que la labor de cuidado recae en la mujer; la licencia de paternidad es ridícula, debería ser obligatoria para que te toque apoyar en la casa, eso sería importante”, comentó.
En su caso, Pablo Barberis, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas, destacó la necesidad de realizar mayor presión en el ámbito estructural para que el hombre sea también responsable de la atención de los hijos: “La sociedad mexicana es machista y uno como hombre es educado así. Cuando uno es chico, muchas veces, por ciertas cosas que hacía, se le acusaba de no ser hombre suficiente; en general el comentario es que eres un tipo raro”, señaló.
Los expertos coincidieron en que aplaudir a un varón por cuidar a sus hijos o intervenir en los quehaceres domésticos, no tiene por qué celebrarse pues debe ser una responsabilidad social, además, para reducir las aristas del problema de la desigualdad, lo mejor es normalizar la atención y participación del hombre en el hogar.
