Salud

5 de marzo, Día Mundial de la Obesidad

Cinco factores externos que favorecen la obesidad de las mujeres mexicanas y cómo combatirlos

Revista Protocolo

Ciudad de México, 4 de marzo de 2022.— ¿Por qué las mujeres son uno de los principales sectores de la población con mayores problemas de sobrepeso y obesidad?

La reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señala que la obesidad y el sobrepeso afectan al 76.8 por ciento de las mexicanas versus 73 por ciento de los hombres.

“La obesidad es multifactorial, interviene la genética, hábitos, enfermedades, estilo de vida, pero las hormonas juegan un papel determinante”, afirma la ginecóloga Violeta Sánchez, de Neoclinic. La especialista en cirugía laparoscópica y en terapia bioregenerativa con láser explica que los desequilibrios hormonales favorecen el incremento de estrógenos, hormona relacionada con el incremento de grasa corporal.

“Recientes investigaciones arrojan que existen factores externos que generan desequilibrios hormonales y promueven la producción de estrógenos. Las mujeres son las más afectadas por los cambios hormonales que enfrentan a lo largo de su vida”, agrega Esmeralda Bastidas, directora de Neoclinic y experta en medicina regenerativa y antienvejecimiento.

Factores externos que “engordan”

Entre los factores externos que favorecen los desequilibrios hormonales, de acuerdo con las doctoras Sánchez y Bastidas, están:

1. Alimentos: La industria ganadera y avícola utiliza alimento adicionado con hormonas para acelerar el crecimiento de los animales, que al ser consumidos terminan dentro del organismo, generando desequilibrios. “También los conservadores, utilizados en alimentos procesados, producen xenoestrógenos que imitan el efecto de los estrógenos, desequilibrando el sistema y por lo tanto favoreciendo la generación de grasa”, indica Violeta Sánchez.

2. Azúcares: “Las azúcares refinadas incrementan la insulina, que en exceso afecta al sistema hormonal.”

3. Tratamientos para el embarazo: “Algunas mujeres, para lograr un embarazo, son estimuladas hormonalmente, con los consecuentes desequilibrios.” Si, además, puntualiza la ginecóloga, durante el embarazo se desarrolla diabetes gestacional o se enfrenta desnutrición, el bebé nacerá con predisposición a la obesidad, diabetes, síndrome metabólico e hipertensión.

4. Plásticos y desodorantes: “Los plásticos y los desodorantes estimulan la producción de xenoestrógenos”, subraya la doctora Sánchez.

5. Estrés: “El estrés favorece la producción de cortisol, hormona que nos llena de energía, pero que en exceso oxida las células y desequilibra al resto”, puntualiza Esmeralda Bastidas, que también es miembro de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M), sociedad de medicina antienvejecimiento y regenerativa. Además, agrega, el estrés es el responsable del 60 por ciento de la manifestación de enfermedades genéticas o adquiridas, como la obesidad.

6. Las pantallas: Muchas personas duermen con los monitores de la televisión, computadora, tablet o teléfonos encendidos. “Esta luz altera los ciclos circadianos del sueño y por lo tanto también a las hormonas”, indica la doctora Esmeralda Bastidas, también maestra en Nutrición Ortomolecular por la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO).

Durante el sueño, explica, se produce la melatonina y la hormona del crecimiento. La melatonina se comienza a secretar en la oscuridad y tiene una función antiinflamatoria, reduciendo el daño de tejidos. Además, favorece la liberación de la hormona del crecimiento, la cual en el adulto mejora la calidad ósea, muscular, de la piel y promueve la reducción de la grasa. “Cuando este ciclo no se cumple se generan desequilibrios hormonales.”

7. El covid-19: “Para defenderse del covid, nuestro organismo genera en grandes cantidades cortisol, hormona que también desinflama las células de los tejidos dañados. El problema es que el exceso de su producción desequilibra al resto”, explica la doctora Bastidas.

Consecuencias más allá de la obesidad y el sobrepeso

Coinciden las especialistas en que el desequilibrio hormonal, además de sobrepeso y obesidad, genera otras problemáticas: afectaciones a la vida sexual (baja de libido, sequedad y dolor a la penetración), mayor propensión a cáncer de seno, pubertad y menopausia precoz y ansiedad y depresión.

Nuevas herramientas para lograr el equilibrio hormonal

“Por años, dieta y ejercicio han sido la solución a la obesidad, sin embargo, muchas pacientes a pesar de esforzarse no logran resultados y se sienten muy frustradas”, indica la doctora Violeta Sánchez, de ahí que, coinciden ambas especialistas, lo importante es resolver el problema de raíz.

Actualmente existen tres herramientas novedosas para lograr un equilibrio hormonal:

1. Neochip: Está elaborado con hormonas naturales sintetizadas del camote, tubérculo que se caracteriza por poseer hormonas bioidénticas a las humanas. Este es personalizado, con la cantidad y tipos de hormonas que cada mujer necesita. Se implanta en la nalga u otra área del cuerpo, es imperceptible y de acción prolongada (hasta siete meses).

2. Cremas: En el mercado han surgido cremas hormonales que se pueden colocar en áreas de la piel sensibles y de fácil absorción (atrás de la rodilla o vía intravaginal). Y lo mejor es que no se tiene que procesar a través del estómago y el hígado.

3. Neodrips: Nacidos de la medicina ortomolecular, surgen sueros como el Lose Wright que contiene nutrientes que ayudan a equilibrar las hormonas y por consiguiente a eliminar grasa, reducir la ansiedad y ayuda a que el metabolismo funcione de manera correcta.

“Estas tres herramientas, indicadas por un médico especialista y complementadas con un estilo de vida saludable, no solo coadyuvarán al control de peso, también reducirán los niveles de ansiedad o depresión, mejorarán la vida sexual, pero sobre todo les devolverán su seguridad y energía vital para alcanzar sus sueños”, concluyó la doctora Esmeralda Bastidas.

(Fotografías: Neoclinic)

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