Iluminar mandalas se ha convertido en un fenómeno que acapara la atención de todos, debido a lo colorido y relajante que puede llegar a ser. Crayola promueve la expresión de niños, jóvenes y adultos a través del arte mediante sus 400 tonos de color
Revista Protocolo
Día a día vivimos estresados y exaltados por nuestro estilo de vida y pocas son las veces que podemos relajarnos o disfrutar de un buen momento. Los niños pueden manejar un cierto nivel de estrés o ansiedad por las tareas escolares y las exigencias que pueden tener en casa.
Crayola, la marca que por 115 años ha fomentado la expresión a través del arte, explica un método que además de divertido ayudará a serenarse.
Mucho se ha hablado de los mandalas, pero pocos saben su historia. Esta técnica remonta sus inicios desde tiempos ancestrales y tiene su origen en la India; desde ese entonces para la cultura budista crear o iluminar estos círculos ha servido como ayuda en el proceso de meditación; según su filosofía, concentrar la mente en este arte logrará un equilibrio entre la energía y las emociones.
Su significado puede variar dependiendo de la cultura que la haya adoptado, siendo la más representativa la cultura hindú que la describe como “círculo o totalidad”, un mandala se puede representar con formas artísticas donde las figuras geométricas juegan un papel importante, círculos, cruces y líneas, cuyos trazos suelen ser minuciosos, delicados y sobre todo muy simbólicos para quienes las elaboran.
No fue sino hasta 2009 cuando esta técnica tomó fuerza en occidente debido a la publicación de un manuscrito llamado El libro rojo, escrito por Carl Gustav Jung, un médico psiquiatra y psicólogo, en el cual exponía la evolución de sus pacientes al realizar coloridos mandalas teniendo como resultado una mejoría, estabilizando así la personalidad del paciente.
Muchos especialistas recomiendan la técnica de iluminar mandalas con fines terapéuticos, ya que son una gran actividad de relajación para adultos, actualmente también son recomendados para niñas y niños para expresar de una manera artística sus sentimientos, es por esto que Crayola enlista algunos beneficios que niños y adultos podemos lograr además de la relajación:
Desarrollo del control y dominio del cuerpo en caso de los niños: En cuanto a la motricidad fina, favorece la capacidad de escritura y dibujo, ya que al momento de iluminar con colores o crayolas, los niños coordinan su vista con los movimientos generados por sus manos.
Desarrolla la paciencia: Colorear un mandala requiere de tiempo, tranquilidad y paciencia para dar color a las formas y figuras de su interior.
Reduce los niveles de estrés: Una opción al momento de realizar esta técnica es recurrir a la música y así poder ambientar de una forma relajante todo el proceso de iluminado.
Propician el aumento de la autoestima: Se debe a que se está creando algo propio y único, en el cual se plasma la creatividad e imaginación al combinar colores y formas.
Fomentan la creatividad: Un elemento principal en el arte de crear mandalas es experimentar con el color. Es común encontrar libros con múltiples diseños que serán mostrados a base de líneas, ahí es donde entra la magia del color, ya que se puede iluminar con diversos materiales al gusto, los más usados por la cultura que vio nacer esta técnica son: verde, azul, rojo, amarillo, naranja, púrpura, rosa, marrón, negro y blanco, ya que para los indios el cromatismo de los colores permite alcanzar metas a la hora de meditar.
A los niños les encantan las actividades en las que puedan poner en marcha su imaginación, más si vienen acompañadas con explosiones de color; como adultos se adopta la técnica que, al igual que los pequeños, llenará de grandes beneficios, solo basta contar con materiales necesarios como: crayolas, colores, plumones y acuarelas que darán un toque original.
De esta forma, mediante sus líneas de juguetería y papelería, Crayola promueve la expresión y creatividad a través del arte con más de 400 formas distintas de color, para que niños y adultos puedan colorear mandalas a su gusto.
