Salud

Ajo envejecido, útil para pacientes con secuela de infarto cerebral

Su principal compuesto (la S-alil cisteína) ofrece una alternativa terapéutica que atenúe las secuelas de este padecimiento

Protocolo/Redacción

Ajo envejecido, útil para pacientes con secuela de infarto cerebralLa enfermedad cerebrovascular constituye una de las principales causas de muerte en todo el mundo; de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2015 ocasionó, junto con los infartos de miocardio, 15 millones de defunciones a escala global.

En el Laboratorio de Patología Vascular Cerebral del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS), la doctora en ciencias bioquímicas Perla Maldonado Jiménez estudia el efecto del ajo envejecido y su principal compuesto (la S-alil cisteína) en modelos preclínicos de infarto cerebral, con la idea de ofrecer una alternativa terapéutica que atenúe las secuelas que se presentan en aquellas personas que sobrevivieron a un infarto cerebral.

Perla Maldonado Jiménez, titular del Laboratorio de Patología Vascular Cerebral, explicó que las personas que sobreviven a un infarto cerebral presentan secuelas importantes que imposibilitan el desarrollo de sus actividades de forma independiente, entre las que destacan la falta de movilidad de miembros superiores e inferiores, dificultad para hablar, entre otras.

La doctora, también miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), explica qué es la enfermedad cerebrovascular y cómo la investigación que realiza podría ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto cerebral.

“La enfermedad cerebrovascular representó en 2016 la cuarta causa de muerte en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), mientras que en 2014 era la sexta causa. Adicionalmente la enfermedad cerebrovascular representa la primera causa de discapacidad en México, así como la segunda en demencia. Esto conlleva un enorme costo socioeconómico para el sector salud y para los pacientes que sobrevivieron un infarto cerebral.

En México existen pocos datos epidemiológicos sobre esta enfermedad; sin embargo, no estamos alejados de lo que ocurre en otros países. La Organización Mundial de la Salud sitúa la enfermedad cerebrovascular como la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad”, explica.

“El ajo tiene un alto contenido de compuestos con azufre, los cuales no es común encontrarlos en frutas o vegetales. El extracto de ajo envejecido, obtenido mediante añejamiento en etanol, tiene una serie de compuestos que disminuyen parcialmente las alteraciones motoras en los animales, además que aumentan su supervivencia. Una de mis metas a mediano plazo es sacar al mercado una presentación de ajo envejecido y otro de la S-alil cisteína”, agrega.

Y añade que el principal efecto de los compuestos con azufre como la S-alil cisteína tiene propiedades antioxidantes, lo que podría retrasar la aparición de las secuelas que se observan en la enfermedad cerebrovascular.

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