A partir del 1 de julio de 2007, gracias a un reglamento europeo, las etiquetas de los alimentos en la Unión Europea deberán reflejar las propiedades de los mismos. Esta obligación llegará incluso a los productos light.
Los llamados alimentos funcionales (sin sal, los que ayudan a reducir el colesterol o la tensión arterial, con Omega 3, etcétera) tendrán por obligación que demostrar científicamente, por laboratorios independientes, las propiedades que dicen tener y difundirlas en sus etiquetas.
Las etiquetas de los productos deberán justificar porqué son productos beneficiosos y la proporción necesaria para lograr ese objetivo.
Los productos tendrán dos años para adaptarse a este reglamento, aunque en algunos casos la moratoria se extiende hasta el año 2022.
Revista Protocolo
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