Salud

El zumbido en el oído podría ser un signo de diabetes

La circulación de glucosa por el torrente sanguíneo afecta a todos los órganos y sistemas

Si bien es común relacionar a la diabetes con daños a los riñones, hígado, ojos o extremidades inferiores, poco se conoce del efecto que tiene esta enfermedad en el oído, que en algunos casos puede conducir a la sordera parcial o total.

Por ejemplo, la hipoacusia súbita (pérdida parcial o total de la capacidad auditiva) es una manifestación a partir de la cual puede diagnosticarse diabetes, debido a que la persona presenta niveles altos de azúcar que le causan daño en el nervio cócleovestibular del oído.

Cuando una persona de manera repentina deja de escuchar y al paso de las horas no recupera la capacidad auditiva puede ser la primera manifestación de un problema metabólico llamado diabetes que hasta ese momento el individuo desconocía padecer, explicó la doctora Olivia Ávila Colmenero, directora general de la Asociación Mexicana para el Diagnóstico y Tratamiento de la Sordera, AC.

La especialista indicó que la circulación de glucosa por el torrente sanguíneo afecta a todos los órganos y sistemas, por lo que el paciente con esta enfermedad debe cuidar su macro y microcirculación, lo mismo que la visión, el oído, y llevar a cabo las medidas generales que le indican los especialistas.

De acuerdo con Ávila Colmenero, uno de los síntomas que avisa que el oído está dañando es el incipiente zumbido o acúfeno que puede ser el indicio que dicho órgano carece de la suficiente oxigenación.

“Se daña el oído porque no hay una adecuada oxigenación, a expensas de los problemas vasculares, aquellos que afectan la circulación sanguínea que presenta todo paciente diabético, y cuando hay colapso de ciertos vasos sanguíneos limita la oxigenación e irrigación, entonces hay que dar medicamentos que van a mejorar y activar la circulación en este órgano”, detalló.

A decir de la doctora, un tercio de los pacientes que presentan hipoacusia súbita llegan a recuperar el cien por ciento de la audición, siempre y cuando se apeguen a su tratamiento, mientras que otro tercio no se recupera y el resto de los pacientes recobran de manera parcial el oído.

Ávila Colmenero indicó que cuando un paciente diabético presente algún síntoma relacionado con el oído, por ejemplo, zumbido, mareo, inestabilidad del equilibrio, baja audición, escucha pero no entiende, tendrá que ser canalizado con el otorrinolaringólogo para que lo valore y diagnostique.

Asimismo, recomienda a las personas que padecen diabetes, hipertensión o colesterol alto acudir cada seis meses con el especialista en oídos.

“Cuando un paciente tiene una baja audición se canaliza con un audiólogo, quien le hará estudios para establecer un diagnóstico preciso”, dijo.

Sin embargo, aclaró que si la afección dañó en el órgano de corti, que se localiza en la membrana basilar del oído (la parte más sensible), la avería es irreversible porque se deterioran terminaciones nerviosas y arterias por la diabetes.

La afectación al oído pueden padecerla personas jóvenes y adultas con diversos tipos de diabetes, sean dependientes de la insulina o no.

Una opción puede ser un auxiliar auditivo digital para el paciente, el cual debe colocarse en el oído adecuado; de lo contrario puede dañarse más este órgano. Este aparato debe ser digital, porque los análogos ya están fuera de uso.

La especialista concluyó que es frecuente que la sordera esté relacionada con la diabetes, pero el paciente no sabe a quién acudir por falta de información. (Agencia ID)

Revista Protocolo

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