Es recomendable ingerir 46 gramos de proteínas para mujeres mayores de 19 años, y 56 gramos para hombres mayores de 19 años
La nutrición es la ingesta de alimentos, la cual debería estar sustentada con base en las necesidades energéticas que el cuerpo demanda. Una buena nutrición constituye una dieta equilibrada con actividad física regular. Sin embargo una de las principales cuestiones por considerar es ¿qué cantidad de elementos nutritivos se deben administrar para tener buena salud? Así que uno de estos nutrientes, el cual es de vital importancia por su alto contenido energético son las proteínas.
Para empezar…
Las proteínas son construidas por miles de unidades químicas llamadas aminoácidos, nuestro cuerpo genera estos aminoácidos sintetizándolos de manera natural. Sin embargo, existen aminoácidos que son esenciales, los cuales no los genera el cuerpo humano. Por lo tanto, los aminoácidos esenciales provienen de las proteínas de alimentos de dos diferentes fuentes:
– Proteínas de origen animal: Contienen todos los aminoácidos esenciales y estas proteínas son llamadas proteínas completas o enteras.
– Proteínas de origen vegetal: Frutas, granos, semillas. Estas proteínas no contienen uno o más aminoácidos esenciales, por lo tanto son llamadas proteínas parcialmente completas.
Por otro lado, hay diferentes factores definitorios, como los hábitos y costumbres del ser humano, que han hecho que el consumo excesivo de alimentos proteicos de origen animal genere una variedad de enfermedades mortales. Por ejemplo, padecimientos cardiacos asociados a un alto consumo de colesterol, grasas saturadas y exceso de calorías, sustancias encontradas principalmente en los alimentos proteicos de origen animal especialmente carnes rojas y productos lácteos.
De igual manera, en caso de un consumo escaso o nulo de alimentos proteicos (i.e. hambre o inanición) y después de que las reservas de grasa y glucógeno se han agotado, los aminoácidos de las proteínas actúan como fuente de energía, perjudicando el mantenimiento natural de los tejidos, su crecimiento y restauración, dando como resultado la aparición de síndromes de malnutrición, lo cual tiene un gran deterioro a la salud.
Entonces, ¿qué cantidad de proteína se debe comer?
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Cell Metabolism (2014), hecho a seis mil 381 adultos menores de 65 años de edad, sugiere que las personas de mediana edad no deberían consumir altos niveles de proteína, particularmente la animal, pues cuadruplica el riesgo de desarrollar cáncer. Sin embargo, en una persona de 65 años o más, una dieta rica en carne y productos de origen animal puede ayudar a extender la vida.
Los resultados indican que aquellas personas menores a 65 años de edad que tuvieron mayor ingesta de proteínas de origen animal, tuvieron más riesgo de morir de cáncer, así como de diabetes. Pero al pasar los 65 años aquellos con ingesta de proteína eran 60 por ciento menos propensos a morir de cáncer.
Según los expertos/investigadores, la razón puede ser una proteína que controla la hormona de crecimiento IGF-I, la cual se ha vinculado con la susceptibilidad al cáncer. Si se tiene mucho de esta hormona del crecimiento entonces puede promocionar el crecimiento de células cancerígenas. Después de los 65 años los niveles de esta hormona caen, causando debilidad y pérdida de masa muscular.
Sin embargo los investigadores involucrados en el estudio descubrieron que la proteína vegetal encontrada en, por ejemplo, granos, no tiene el mismo efecto de mortalidad que la proteína animal. Puesto que los índices de cáncer y mortalidad no se vieron afectados por el consumo de carbohidratos y grasas de origen vegetal. Por lo tanto, se concluye que el principal efecto se debe al consumo de proteína animal. Aun así, no es recomendable eliminar de la dieta las proteínas de origen animal ya que esto puede llevar a una desnutrición muy rápida.
El estudio de la revista Cell Metabolism apunta que es recomendable ingerir 46 gramos de proteínas para mujeres mayores de 19 años, y 56 gramos para hombres mayores de 19 años.
Así que la última respuesta de la ciencia acerca de qué cantidad de proteína se debe consumir depende de la edad del individuo; es importante considerar tener una dieta balanceada previamente autorizada y revisada por un experto y la práctica de ejercicio no debe faltar.
Alternativas
Hoy en día existen variadas opciones que complementan el consumo de proteína animal, como alternativas vegetales que generan un impacto positivo en la salud reduciendo los padecimientos colaterales que genera la ingesta excesiva de proteína animal. Además, las proteínas de fuentes vegetales proporcionan otros beneficios nutricionales como un mayor consumo de fibra, minerales y fito-nutrimentos que combaten enfermedades y una menor ingesta de grasas saturadas y colesterol.
Las consecuencias de consumir alternativas vegetales se reflejan directamente en la preservación del medio ambiente, y actualmente la industria está tomando mayor importancia en utilizar alternativas sustentables que generen mayor valor en el consumidor; asimismo, estos consumidores van tomando mayor consciencia que el cambio se genera directamente en todas las acciones que a diario realizan y una de esas medidas puede ser el consumo de productos ecológicos que no contaminan el ambiente reduciendo la huella de nuestra convivencia en la naturaleza.
Revista Protocolo
