Es la segunda causa de muerte en el país
Menos de 50 por ciento de lo que se requiere para la atención y tratamiento de personas con diabetes es lo que el Estado mexicano ha destinado para abatir esta enfermedad crónico-degenerativa que puede estar afectando a 14 millones de mexicanos y que hoy figura como la segunda causa de muerte en el país.
Luego de realizar una exhaustiva investigación que será publicada en la edición de enero de 2013 del American Journal of Public Health, el doctor Armando Arredondo López, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, obtuvo los costos directos e indirectos que la Secretaría de Salud y los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, así como pacientes, familiares y otras instancias ejercieron durante 2011; la suma llega casi a los ocho mil millones de dólares, cifra insuficiente para el tamaño del problema.
Cabe mencionar que los costos directos se refieren a gastos en diagnóstico, consultas, medicamentos, hospitalización, tratamiento de enfermedades cardiovasculares, retinopatía, nefropatía, neuropatía, enfermedad cardiovascular periférica; en tanto, los costos indirectos en cuanto a gastos por mortalidad e incapacidad temporal o permanente.
Del total de recursos aplicados, poco más de mil 300 millones de dólares se ocuparon en la compra de medicinas, 818 millones en atención a nefropatía (daños en el riñón), casi 600 millones en consultas y diagnóstico, y cerca de 400 millones en hospitalización. El rubro que destaca en los costos indirectos es el destinado a discapacidad permanente por un total de cuatro mil 92 millones 58 mil 480 dólares, lo que equivale a poco más de 52 mil millones de pesos.
Sabemos que el origen de la diabetes es multifactorial y que provoca afectaciones en cadena de alto costo en varios ámbitos, por ello el doctor Arredondo López, también asesor de las federaciones Mexicana e Internacional de Diabetes, considera que se debe invertir el doble en promoción y prevención, además de revisar la efectividad de las estrategias que se han llevado a cabo en la materia y establecer una mayor regulación de productos de consumo, sobre todo de edulcorantes.
Es importante mencionar que de cada 100 afectados, 95 padecen diabetes tipo II (conocida como Mellitus) y el resto del tipo I. Del total, 55 por ciento son mujeres, 45 varones y 50 por ciento tiene más de 40 años de edad. Yucatán, Guerrero, Veracruz y Puebla presentan tasas de prevalencia por arriba de la media nacional, que es de 14 personas por cada 100 enfermos.
“Se ha detectado que el 30 por ciento de los pacientes abandonan el tratamiento. Ante este panorama es urgente replantear el modelo de atención curativo-biomédico hacia un enfoque más preventivo y social porque de otra manera será imposible subsanar el problema”, enfatizó Arredondo López, médico cirujano y doctor en ciencias en sistemas de salud.
Los factores de riesgo pueden ser genéticos o desencadenantes, sea por ambientes obesigénicos o hábitos insanos, de ahí la importancia de beber agua, seguir una alimentación natural, nutritiva y balanceada, hacer ejercicio y liberarse de emociones tóxicas.
Duplicar la inversión en diabetes garantizará que se atienda a la mayoría de los afectados por esta enfermedad y que se eviten gastos que podrían acrecentarse como bola de nieve.
Revista Protocolo
