Fue diseñada por una empresa mexicana y es factible utilizarla también en los sectores tecnológico, ambiental y de seguridad
En los últimos cinco años la industria aeronáutica o aeroespacial ha tomado mayor relevancia como oportunidad de crecimiento para México, pues se estima que el país registró un incremento en exportaciones de al menos dos dígitos, y el número de empresas establecidas en el sector se triplicó, al alcanzar más de 190 firmas en 2009, las cuales emplean alrededor de 30 mil personas y generaron, durante ese periodo, más de tres mil millones de dólares por ventas al exterior.
Según datos de la Secretaría de Economía (SE), 79.7 por ciento de las empresas aeroespaciales establecidas en México son de manufactura y ensamble, otro 10.4 se enfoca a los servicios de ingeniería y el restante 9.9 se dedica al mantenimiento preventivo y correctivo. Entre las entidades que han impulsado la industria aeronáutica destacan Sonora, Baja California, Coahuila, Nuevo León y Querétaro.
Uno de los casos más exitosos del sector es Aerotec, compañía formada en 2008 por un grupo de jóvenes ingenieros en aeronáutica y personal especializado, quienes diseñaron una aeronave no tripulada, es decir, operada a distancia, con el fin de ser una plataforma aérea para múltiples actividades de los sectores científico, tecnológico y ambiental, aunque también opera como sistema de seguridad y medio publicitario, entre otros fines.
De acuerdo con el ingeniero en aeronáutica Ricardo Enrique Pérez Zayas, responsable del diseño e ingeniería de Aerotec, se trata de una aeronave de tipo convencional cuyas características derivan de un monomotor monoplano, de ala media y fuselaje al frente. Además cuenta con tres estabilizadores, dos verticales con timón y uno horizontal con elevador.
El prototipo de la aeronave pesa 35 kilogramos y cuenta con una envergadura de cinco metros y 3.20 de largo, así como una altura de 1.40 y una superficie alar 8.5 metros, por lo que, al ser construido con materiales ligeros como fibra de carbono y vidrio, está diseñada para volar a bajas velocidades.
El empresario explicó que para obtener este prototipo final se realizó todo el diseño conceptual a través de análisis aerodinámicos, aerostáticos y estructurales. También se emplearon otros componentes, como madera balsa, kevlar, (fibra para reforzar propiedades o tejidos mecánicos), así como gas helio y plástico poliuretano, entre otros.
Pérez Zayas destacó que en su mayoría las piezas de la aeronave las fabrica la misma empresa, debido a que por lo innovador del producto en el diseño, el mercado aún carece de ellas. Bajo este marco, fue necesario construir los componentes esenciales, así como trenes de aterrizaje, sistema de enfriamiento del motor y de control de los estabilizadores, además de la forma de comunicación entre el cerebro que recibe la señal y las superficies de control, entre otros.
Con el propósito de fortalecer la empresa, el personal de Aerotec tuvo la asesoría de la Incubadora de Empresas y del Programa de Formación de Emprendedores, ambos del Instituto Politécnico Nacional (IPN). También contó con el apoyo y financiamiento del Fondo de Innovación Tecnológica, constituido por la Secretaría de Economía (SE) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“En 2008, el financiamiento para el proyecto nos sirvió para desarrollar un prototipo de plataforma aérea no tripulada, y durante este tiempo se creó la empresa, integrada por un equipo de trabajo con ingenieros, operadores y constructores, con quienes hemos tenido excelentes resultados”, dijo.
El proyecto actualmente se encuentra en una primera fase, y para la próxima etapa del desarrollo tecnológico se planea llevar a cabo un refinamiento aerostático, aerodinámico y de la planta propulsora, entre otros ajustes. Para el perfeccionamiento del prototipo, el grupo de trabajo nuevamente buscará el apoyo académico y económico de esas instituciones.
La empresa asentada en la ciudad de México prevé que este desarrollo sirva para realizar tareas de supervisión, monitoreo y en acciones de protección civil, detección de incendios forestales, inundaciones, erupciones volcánicas, así como búsqueda y salvamento, e incluso para presentación de rótulos publicitarios.
De acuerdo con el responsable técnico de Aerotec, estos sistemas son de gran utilidad por su bajo costo, flexibilidad y por la ausencia de riesgo para el personal operativo, adecuándose a una gran variedad de misiones y aplicaciones.
A pesar del avance en proyectos que impulsen la industria aeroespacial, Pérez Zayas comentó que México carece de una regulación aeronáutica, debido a que aún no se establecen las políticas prácticas y operativas para utilizar este tipo de aeronaves. “Es una desventaja, porque si bien es cierto que cualquiera puede adquirir o desarrollar uno de estos vehículos, por reglamentación no podemos operarla”, expresó.
El empresario mexicano expuso que actualmente el tema de la investigación, desarrollo e innovación de la aviación nacional presenta mayor relevancia en la agenda de los sectores productivo y gubernamental, y con ello los paradigmas en la industria aérea son desplazados por el respaldo en infraestructura que se impulsa en estos proyectos.
Revista Protocolo
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