Las pandillas y su costo social afectan negativamente el flujo de inversión extranjera: Anthony Wayne
Texto y fotos: Alejandro Barragán
Acompañados por representantes de los gobiernos mexicano y estadounidense los embajadores de Estados Unidos y Honduras, Anthony Wayne y José Mariano Castillo Mercado inauguraron los trabajos de la Tercera Conferencia Internacional contra Pandillas en la ciudad de México.
El encuentro reunió a 430 profesionales de la procuración de justicia de México y Centroamérica con el objetivo de compartir experiencias y conocimientos en tácticas de detección de pandilleros en las calles y las prisiones, así como el análisis de señas distintivas como tatuajes, grafiti y lenguaje corporal de los diferentes grupos delictivos.
El embajador Anthony Wayne destacó la importancia del encuentro como un beneficio social para las naciones involucradas mediante el combate a las diferentes pandillas quienes, aseguró el embajador, han trascendido el consumo de drogas y el vandalismo hacia delitos como trata de personas, tráfico de armas, secuestro y extorsión.
Asimismo el diplomático estadounidense hizo hincapié en los altos costos económicos para los países con actividad pandilleril: “Las pandillas y su costo social afectan negativamente el flujo de inversión extranjera”, afirmó el diplomático quien consideró a México como una nación con los mismos derechos y obligaciones ante sus similares en el continente americano respecto al combate del fenómeno pandilleril, así como sus ramificaciones internacionales.
Del mismo modo, el embajador Wayne reconoció la capacitación continua de oficiales mexicanos derivados de la firma de la Iniciativa Mérida en 2008. Dicha iniciativa reconoce las responsabilidades conjuntas de México y Estados Unidos en el combate contra la violencia derivada del narcotráfico en ambos lados de la frontera.
Por su parte, el embajador José Mariano Castillo Mercado lamentó la existencia de pandillas en Honduras, derivada de las deportaciones de pandilleros salvadoreños de Estados Unidos a El Salvador entre los años de 1970 y 1980, quienes fortalecieron y perfeccionaron sus técnicas delictivas. Según el embajador, estos grupos emigraron a otros países y actualmente abusan de migrantes sudamericanos quienes viajan ilegalmente a Estados Unidos y México.
El diplomático hondureño privilegió la educación así como la existencia de empleos en los países para alejar a los jóvenes del crimen organizado. Castillo Mercado expresó su confianza en la retroalimentación entre los profesionales de la seguridad como una herramienta eficaz de combate al fenómeno de las pandillas en América.
Revista Protocolo
