Se organizan distintos movimientos sociales para realizar la tradicional celebración en honor a los caídos
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Dicen que la unión hace la fuerza, y hasta para recordar a los fallecidos, los movimientos sociales están más vivos que nunca, que hasta decidieron ponerse de acuerdo para celebrar la significativa fecha de Día de Muertos.
Un año más, la explanada del Palacio de Bellas Artes fue el lugar que reunió a estos sectores izquierdistas, que, entre ofrendas, puestos de mercado para venta de artículos artesanales y una zona de conferencias y disciplinas artísticas, llamaron a recordar a quienes luchando por sus ideales, cayeron.
Los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, los bodegueros de Tlatlaya, las mujeres asesinadas y violadas y hasta los encapuchados zapatistas, fueron honrados con tres ofrendas, entre comida, aserrín colorido que formaba impresionantes mosaicos y esqueletos monumentales hechos con cartón y papel.
Tanto fue el proceso de elaboración de las ofrendas, que por momentos los paseantes se ofrecieron a apoyar a los artistas para el cuidado y constante retoque de las instalaciones.
Mientras tanto, en un escenario improvisado para grupos musicales y pronunciamientos de representantes de los grupos organizadores, se exigía justicia por las muertes, al mismo tiempo que se tenía la esperanza de recuperar a los que se espera estén vivos, aunque desaparecidos, para ellos no hubo ofrenda, solo esperanza.
Revista Protocolo
