Con toda la elegancia y protocolo militar, el embajador de la República Eslovaca en México, Branislav Hitka, y su esposa Iveta ofrecieron una recepción en el Casino Militar el pasado 19 de septiembre para conmemorar el 11 aniversario de la separación de su nación de la República Checa y su fundación como un Estado independiente.
De acuerdo con una constitución ratificada en 1991, Eslovaquia se apartó oficialmente de la República Checa el 1 de enero de 1992, después de 74 años de vivir como una nación unida.
Sin embargo, como la mitad más pobre de la antigua Checoslovaquia, la República Eslovaca tuvo severas dificultades financieras para adaptarse a una economía global de mercado libre después de cinco décadas bajo el control soviético.
No obstante, durante los últimos tres años, el gobierno del primer ministro Mikulas Dzurinda ha logrado transformar una economía central altamente cargada de burocracia por un sistema moderno de mercado libre. Gracias a esto, Eslovaquia mantiene ahora una gran estabilidad en su macroeconomía y reforma estructural.
De hecho, la joven república fue invitada a formar parte tanto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como de la Unión Europea (UE) el año pasado.
México fue uno de los primeros países del mundo en reconocer a Eslovaquia como nación y fue el primer Estado latinoamericano en recibir a un embajador eslovaco residente.
Hoy día, las relaciones bidireccionales se enfocan principalmente en el comercio bilateral, el cual suma aproximadamente 25 millones de dólares anuales.
