Para conmemorar el aniversario número 50 del principio constitucional que otorga a las mujeres mexicanas el derecho para votar y ser elegidas, el pasado mes de octubre un numeroso grupo de mujeres pertenecientes a diversos ámbitos de la política, cultura, deportes, educación, periodismo, entre otros, se reunieron en la Universidad del Claustro de Sor Juana para conmemorar tan importante ocasión.
Uno de los principales logros de las mujeres durante el siglo XX es precisamente el derecho al sufragio, o lo que es igual, la posibilidad de poder pensar y determinar a quién le otorgan su voto, o en quién depositan su confianza para que gobierne en la comunidad donde residen.
Anteriormente, las mujeres eran consideradas como “seres con ideas cortas y cabellos largos”, incapaces de distinguir entre lo bueno, lo conveniente, lo sano, o lo que puede beneficiar.
En la actualidad, este concepto cada vez está más erradicado ya que ahora la realidad y la labor de las mujeres son otras dentro de la sociedad moderna.
En América, después de Estados Unidos y Uruguay, Cuba fue uno de los primeros países en que las mujeres fueron algo más que madres o amas de casa y alcanzaron el derecho al voto en 1934, luego de grandes luchas y múltiples campañas. En 1947 se otorgó el derecho al sufragio a las féminas de Argentina y Venezuela, y en México lo obtuvieron en 1953. Una década más tarde lo lograron las colombianas y las hondureñas. Canadá concedió el derecho al voto a las mujeres hace sólo tres décadas, y en 1978 lo obtuvieron las ecuatorianas.
A 50 años de que las mujeres mexicanas obtuvieron el derecho al voto, el balance apunta que pese a haber cumplido con su deber ciudadano en los procesos electorales, la representación de las mujeres en las diversas instituciones políticas es muy escasa. Sólo ocupan el 3.5 por ciento de las presidencias municipales, el 10 por ciento en los congresos locales y el 17 por ciento en el Congreso de la Unión.
El dato es significativo y revela que la presencia de la mujer en ámbitos públicos aún tiene muchas oportunidades para aumentar. El reto a cinco décadas de haber obtenido el derecho al sufragio consiste en consolidarse en esos espacios y ejercer con compromiso su derecho al voto.
Un comentario