La campaña “Da Tu Corazón a un Niño con Cáncer” genera 15,000 dólares
El embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, acudió el pasado 14 de febrero a entregar un regalo de San Valentín que los empleados de la legación diplomática realizaron a la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC).
Durante su discurso, el embajador Garza señaló que “la comunidad de la embajada de Estados Unidos frecuentemente colabora con organizaciones caritativas en México, o asiste con donativos para satisfacer alguna necesidad especial. En la Navidad de 2005 el personal de la embajada donó cientos de juguetes a diversas caridades que benefician a niños, incluyendo la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), la cual ofrece cuidados, alojamiento y educación a niños enfermos y a sus familias en 20 estados de todo México.
“Recientemente, la embajada se enteró que la AMANC tenía gran necesidad de una lavadora y secadora de tamaño industrial para su centro de niños enfermos. Funcionarios y especialistas diplomáticos de reciente ingreso, bajo la dirección de Jennifer Davis, organizaron la campaña “Da Tu Corazón a un Niño con Cáncer” la cual culminó en una subasta que recabó más de 15 mil dólares de empleados de la embajada y sus familias. Las compañías estadounidenses Whirlpool y Church & Dwight también participaron en el esfuerzo: Whirlpool tuvo la amabilidad de donar la lavadora tamaño industrial, y Church & Dwight donó detergente para un año”.
Los fondos obtenidos por la comunidad de la embajada permitirán adquirir una secadora para la AMANC, medicinas para los niños internados en el centro, y cualquier otro artículo que pudiera necesitar la organización caritativa, enfatizó el embajador Garza.
Acompañado por representantes de la comunidad de la embajada de Estados Unidos, el diplomático entregó el donativo, junto con ropa y juguetes, a Guadalupe Alejandre, fundadora y presidenta de la AMANC.
“Los esfuerzos de la embajada demuestran nuestra continua disposición a ayudar a los necesitados, a recordar la humanidad que todos compartimos y que no conoce fronteras, y a creer que al dar generosamente a otros enriquecemos nuestras propias vidas inmensurablemente”, concluyó el embajador.
Revista Protocolo
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