Enrique Castillo-Pesado celebró su cumpleaños en Puebla con un selecto grupo de amigos
Por Helen Krauze
 |
| Enrique Castillo Pesado y Angélica Moreno |
Con ese estilo tan característico que tiene Enrique Castillo-Pesado de celebrar cualquier evento, en esta ocasión y debido a su cumpleaños, tuvo la gentileza de invitar a un selecto grupo de amigos a Puebla.
Viajamos en un comodísimo autobús, donde nos encontramos con amistades que no habíamos visto en tiempo. Nos tocó la muy alegre compañía (en asientos cercanos) de Chucho y María Laura Solórzano, una encantadora pareja que ha viajado por casi todo el mundo gracias al trabajo de él como destacado torero y jugador de polo.
Mi compañera de viaje en esta ocasión fue Yarla Calderón, una entusiasta de los deportes extremos. Tanto ella como yo, tuvimos la “deferencia” que María Laura —con esa gracia tan sinaloense— contara anécdotas y chistes que nos mantuvo en constante carcajada todo el camino, claro, sin dejar de asegurarnos que reírse es magnífico para la salud.
Unos minutos antes de llegar a Puebla, en la mítica Cholula, visitamos la Fábrica de Talavera de la Reyna, donde nos mostraron el minucioso proceso de elaboración de esta artesanía —heredada de los españoles, y que se ha mantenido fiel sin modificación alguna, desde el siglo XVI—. Una de las características fundamentales para que se considere talavera es el uso de seis colores originales y únicos: azul grueso, azul fino, amarillo verde, colorado y negro. Las piezas se recubren de un barniz o esmalte que las protege del paso del tiempo y cuya técnica, denominada “alarca”, las distingue.
La dueña y señora de todo este emporio artesanal es Angélica Moreno, una mujer joven de excelente visión que no sólo ha mantenido esta tradición, sino que la ha trasladado al plano artístico al tener en exhibición piezas diseñadas por Francisco Toledo, Juan Soriano, Sergio Fernández, entre otros, en el impresionante Museo Alarca.
Después de haber recorrido el museo, lo único que quedaba por hacer era degustar la estrella de la riquísima cocina poblana: chiles en nogada, en el restaurante del hotel Casa Reyna, también propiedad de Angélica.
Ahí nos dimos cita los amigos del festejado, entre ellos: Joao Jose Gomes Caetano da Silva, embajador de Portugal, que mucho nos recordó, por su sencillez, al también embajador de Portugal de años atrás Antonio Cabrita Matías; Aurora López Ortigosa, Lourdes López Zuckermann en compañía de Enrique Paz, quien por cierto nos enteramos que es nieto de Gabilondo Soler, nada menos que Cri Cri.
También vimos a Agostoni Guido, Lourdes Alcocer, Maru Alonso, Alejandra Bello, Mirella Bredo, Thalía Carrera, Gustavo Castillo Pereda, Agustín Sáenz Diener y Gabriela Mijares Barrón, a las guapísimas Janny y Alejandra Diener. Saludamos también a Rogelio Galván Avendaño y Ma. Cristina Luna de Galván, Luis Gálvez, María Teresa de Iturbe, Manrique Larios, Lucía Miranda y Diego de la Torre, Erika Mora, Berenice Izquierdo, Gerardo Zapata y Luis Yáñez, José Roquero de Teresa y Syvianne Alatriste, Verónica Solórzano, Luis Vélez, Hugo Villalobos y su guapa esposa, quienes presumían a su hermosísima bebé, que feliz cargaba Gaby Torres.
Revista Protocolo
