Tecnología

15 minutos al día es el tiempo que tu hijo debería pasar frente a pantallas

Demasiado tiempo de exposición a las pantallas puede traer problemas: como la interrupción de los patrones de sueño, cambios de humor, notas más bajas, problemas de peso, o problemas de imagen

Ciudad de México, 26 de octubre de 2023.— En un mundo cada vez más digital, el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas se ha convertido en un tema de creciente preocupación para padres, educadores y profesionales de la salud. A medida que la tecnología sigue desempeñando un papel fundamental en nuestras vidas, es esencial abordar de manera proactiva el equilibrio entre el uso de dispositivos electrónicos y el bienestar de los más jóvenes.

Las recomendaciones generales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los niños menores de un año no deberían utilizar pantallas con excepción de las videollamadas. Además, diversas asociaciones, como la Academia Americana de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia indican que, demasiado tiempo de exposición a las pantallas puede derivar en problemas como la interrupción de los patrones de sueño, cambios de humor, notas más bajas, problemas de peso, o problemas de imagen.

Lingokids, la aplicación infantil para que los pequeños de la casa aprendan inglés mientras se divierten, ha desarrollado un estudio ¿Cómo asegurar un uso de pantallas de calidad, seguro y educativo? el cual pretende profundizar en el tema del tiempo en pantalla beneficioso para las niñas y los niños y exponer las principales preocupaciones de sus padres a través de una encuesta.

  • Uno de cada cuatro de los 1800 padres y madres encuestados considera que es adecuado comenzar a usar pantallas para sus hijos cuando estos tienen tres años.
  • Un 22.6 por ciento, lo hace entre los cinco y los seis años.
  • Un 21.6 por ciento prefieren esperar a que tengan ocho años o más.
  • Un 16.7 por ciento, entre los seis y los siete.
  • Un 9 por ciento lo hace entre los 0 y los tres años.
  • El resto prefiere esperar a que sean adolescentes.

Los expertos son claros. Según Regina Ascencio, pedagoga, neuropsicóloga, creadora de “Formar hoy” y madre: “el tiempo de pantalla siempre debería estar moderado por los padres de acuerdo con las bases familiares y personales”. Fernando Valenzuela y Rhona Anne Dick, miembros de la Junta Educativa de Lingokids, están de acuerdo: “el balance y la moderación son clave. La tecnología debe enriquecer nuestra percepción del mundo, pero no convertirse en nuestro mundo”, agregan.

De acuerdo con la encuesta realizada por Lingokids

  • Casi el 50 por ciento de los padres y madres están muy implicados en monitorear y regular el tiempo de pantalla al que se exponen sus hijos.
  • El 80 por ciento de ellos utiliza herramientas para controlar el tiempo que sus hijos pasan online.
  • El 56 por ciento es flexible dependiendo de la situación.

Algunas plataformas, como Netflix, YouTube o la televisión, son complicadas de monitorear, ya que no ofrecen suficientes controles parentales de tiempo. Otras, como las aplicaciones educativas, sí. Con Lingokids, 15 minutos de uso al día son suficientes para que los niños comiencen a notar los beneficios académicos y socioemocionales.

Por otra parte, los expertos aconsejan que hay dos momentos específicos del día en los cuales es mejor no utilizar las pantallas: antes de dormir, ya que puede alterar los ritmos del sueño; y durante las comidas, para favorecer los lazos afectivos familiares.

Lingokids ofrece una funcionalidad a través de la cual los padres pueden seleccionar y limitar el tiempo máximo diario de consumo. Además, no hay que temer el tiempo de pantalla no supervisado si se hace un buen uso de él, e incluso puede impulsar la autonomía de los niños. “Los niños deben ir ganando autonomía conforme crecen y demuestran hacer un buen uso de sus dispositivos electrónicos”, afirma Ascencio, “pero sí hay que tener cuidado con que este contenido sea adecuado.”

En resumen, las claves están en controlar no solo el tiempo, sino también el tipo de contenido al que se exponen los niños, que este sea adecuado para su edad, y que las pantallas no se usen en determinados momentos del día. Si esto ocurre, incluso el uso de la pantalla sin supervisión directa y en tiempo por parte del adulto es posible, ya que todo ese control y monitoreo se realiza de manera previa.

Fotografía: Lingokids

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