Tecnología

Universitaria mexicana diseña dispositivo contra robo de menores

Busca apoyo de alguna institución o incubadora de empresas para producir los dispositivos a gran escala

Como respuesta a la problemática social del robo y/o extravío de niños, una estudiante de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAM-X), diseñó un dispositivo de localización que mediante el uso de señales de radiofrecuencia permite a los padres monitorear al menor hasta por una distancia de 25 metros.

Cifras del Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (Capea) revelan que desde el segundo semestre de 2008 hasta marzo de 2010 se denunciaron ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) dos mil 841 casos de menores de edad cuyo paradero se desconoce.

Por ello, Citlali Sánchez Arcega, estudiante de la licenciatura de diseño industrial en la UAM-X, dijo que el proyecto refiere al desarrollo de dos alarmas localizadoras que interactúan, entre padres e hijos, mediante un circuito de comunicación de radiofrecuencia.

Un primer dispositivo, explicó la titular de la iniciativa, es un control pequeño que cuenta con un modulador de distancia para que los padres, por medio de un engrane que tiene el aparato, puedan programar la longitud del espacio donde estará ubicado el niño.

La joven diseñadora destacó que este dispositivo funciona como receptor de las señales y tiene un tamaño adecuado para que los usuarios lo lleven como llavero o portacinturón.

Esta tecnología, que busca consolidarse en el mercado, está complementada por un reloj (emisor) que se adapta a la muñeca del infante. “Al entrar en operación tiene la capacidad de enviar señales en forma de pulsos cada determinado tiempo al modulador al primer dispositivo a través de un canal de radiofrecuencia”, subrayó la especialista.

Así, al tener ambos dispositivos sincronizados, primero los padres tendrán que establecer un canal de frecuencia para una comunicación con el niño. Por tanto, cuando el menor se encuentre fuera del rango o distancia programada, el receptor capta las señales de alerta por el emisor y comienza a “pitar” y zumbar al mismo tiempo hasta volver entrar en frecuencia.

Sánchez Arcega mencionó que la distancia es regulada por el modulador y su potencia de alcance es de alrededor de 25 metros, lo que permitirá a los padres tener un monitoreo constante del niño.

Otra particular importante es que el reloj tiene un mecanismo de seguridad que evita abrirse y sugiere dificultad para que el niño pueda quitárselo, perderlo o que se lo roben fácilmente. Además esta tecnología presenta un material resistente y difícil de ser mutilado o cortado por el menor.

El proyecto desarrollado para obtener el título de licenciatura de diseño industrial está fabricado con plástico ABS caracterizado por sus componentes resistentes a impactos. “Incluso es empleado en el sector automotriz y en la industria de electrodomésticos”, expuso.

Sin embargo, reconoció que para fabricar una pieza los costos suelen ser altos porque “no existen moldes de inyección de plástico adecuados para el desarrollo del producto final”, pero al producirlo en grandes volúmenes podría tener un precio alrededor de 350 pesos.

Sobre una posible comercialización, Sánchez Arcega dijo que planea acudir a alguna institución o incubadora de empresas para instaurar un plan de negocios a fin de producir los dispositivos a gran escala. (Agencia ID)

Revista Protocolo

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