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10 sugerencias para su próximo viaje a Israel

Israel tiene museos, sitios arqueológicos, las playas del Mediterráneo, cocina de primera clase, atracciones para niños, deportes y mucho más

Israel es la mitad del tamaño de Costa Rica y, con apenas 20 mil 330 kilómetros cuadrados de extensión, cabría varias veces en Argentina, Colombia y México. A pesar de eso, la inmensa cantidad de sitios para ver y experiencias para vivir es fascinante para los visitantes.

Israel tiene el mayor número de museos per cápita del mundo y monumentos y sitios arqueológicos de gran importancia. A eso se suman las playas del Mediterráneo, cocina de primera clase, coloridos mercados callejeros, atracciones para niños, deportes extremos y una vida nocturna que es ahora famosa en todas partes. Y la pregunta obligada es: ¿Por dónde empezamos?

Israel21c recomienda que estas actividades deben estar en su lista de cosas imprescindibles para hacer:

1. Caminar por las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén

Caminar por las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén

En ninguna otra parte del mundo se concentra tal cantidad de lugares sagrados e históricos para judíos, cristianos y musulmanes como en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Construida por el rey David en el año 1004 antes de esta era, esta parte de la capital israelí ha atraído a reyes, conquistadores, líderes religiosos y gente normal desde entonces.

Ya sea caminando o montado en un Segway por la parte alta de las murallas, que miden cuatro kilómetros de extensión, la vista de los cuatro barrios de la Ciudad Vieja —el armenio, el cristiano, el musulmán y el judío— es privilegiada. Las murallas tienen siete puertas, 34 torres y la ciudadela de la Torre de David, que es uno de los muchos museos y sitios arqueológicos que existen allí.

2. Ver el amanecer en el lago Agamon-Hula

Ver el amanecer en el lago Agamon-Hula

Considerado paraíso para aves y visitantes, la Reserva Natural de Agamon-Hula, en Galilea, es uno de los lugares claves en el mundo para ver la migración, cortejo y anidación de aves, y otros animales. Aunque su belleza es más deslumbrante al amanecer y al atardecer, los senderos del parque, los frutales y el lago son igualmente espectaculares en cualquier momento del día. Se pueden recorrer a pie, en bicicleta de montaña, en tándem o bicicletas para varios pasajeros, en carritos de golf o en vehículos de safari tirados por un tractor (con un guía). Hay zonas sombreadas para hacer picnic y tres puntos de observación con guardaparques.

3. Flotar en el Mar Muerto

Flotar en el Mar Muerto

El mar Muerto, el lugar más bajo en la Tierra, es también la reserva de agua más salada del mundo. Una concentración extremadamente alta de sales minerales disueltas (33.7 %) le da al agua una densidad más elevada que la del cuerpo, por lo que el bañista no puede hacer más que flotar como una boya. Las sales tienen, además, propiedades curativas para la piel. Embadúrnese con lodo, que es rico en minerales, y disfrute mientras flota. No necesitará protector solar, incluso si no se ha cubierto de barro, debido a las condiciones atmosféricas únicas del mar Muerto.

4. Y no se olvide del paladar

Y no se olvide del paladar

Los mercados al aire libre y los puestos callejeros de comida son sitios ideales para satisfacer el paladar con algo nuevo. Recomendamos probar en ellos verduras de temporada, además de halva, bourekas, humus, shakshuka, sabich, sachlav, zumo de etrog (un cítrico parecido al limón), shawarma, majadara y kubbeh, para citar solo unos.

Entre los mercados más concurridos están el de Mahane Yehuda, en Jerusalén; los de Carmel, Hatikva y Levinsky, en Tel Aviv; el de Daliat el-Carmel, en Galilea; el de Wadi Nisnas, en Haifa; el de Acre (o Akko); el Mercado Beduino, en Beersheva; y el de Nazareth. El de Jaffa es especialmente famoso por sus puestos callejeros de comida.

5. Caminar, ir en jeep o descender en rapel por un cráter

Caminar, ir en jeep o descender en rapel por un cráter

La ciudad de Mitzpeh Ramon es uno de los destinos turísticos más populares en el desierto del Negev por el impresionante Cráter de Ramon (Makhtesh Ramon), el más grande del mundo de erosión natural. Un nuevo centro de visitantes de alta tecnología le ofrece todo lo que usted quiera saber sobre cómo se formó el cráter y qué tipo de vida natural es autóctona. Para conocer el lugar más de cerca, reserve un tour guiado en quad, haga senderismo o descienda en rapel. ¿Y por qué no dormir en una tienda de campaña en el cráter?

6. El mundo de la ciencia a la mano

El mundo de la ciencia a la mano

Entre los cientos de museos de Israel hay cuatro de ciencia interactivos para visitantes de todas las edades, que son verdaderamente extraordinarios: el Museo de Ciencia Bloomfield, en Jerusalén; el Museo Nacional de Ciencia, Tecnología y el Espacio MadaTech, en Haifa; el Centro de Educación Científica y Tecnológica Technoda, en Hadera, y el más nuevo y grande de todos, el Parque de Ciencia Carasso, en Beersheva. Bien puede pasar un día completo en cualquiera de ellos. No olvide también el Jardín de Ciencia Clore, de 800 metros cuadrados de extensión, en el Instituto Weizmann, en Rehovot.

7. Subir por los Jardines Baha’i

Subir por los Jardines Baha’i

Más de medio millón de visitantes cada año disfrutan los tours gratuitos por estos jardines, en medio de deliciosa tranquilidad y colorida geometría. Situados en Haifa, al norte del país, son reconocidos como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Son unas de las principales atracciones de la ciudad y se encuentran en el lado norte del Monte Carmelo, con preciosas vistas de la bahía. Atendidos por voluntarios, tienen mil 700 escalones, 19 terrazas paisajísticas con 450 variedades de plantas, dispuestas artísticamente alrededor de la cúpula dorada del Santuario de Báb, lugar sagrado para los practicantes de la fe bahaí. Las visitas, que son guiadas, se ofrecen diariamente, excepto los miércoles, en hebreo, inglés y ruso.

8. Tomarse un #SelfieEnLaPlaya con la puesta de sol

Tomarse un #SelfieEnLaPlaya con la puesta de sol

Hay 140 playas a lo largo del Mediterráneo, el mar Muerto y el mar Rojo, así como en el mar de Galilea que es, más exactamente, un lago rico en leyenda. Escoja una playa y envíe a sus amigos selfies tomadas con inigualables puestas de sol en el fondo.

9. Ver pasar gente en el puerto de Tel Aviv

Ver pasar gente en el puerto de Tel Aviv

Sin importar el motivo o la hora del día, el puerto de Tel Aviv siempre ofrece un regalo para la vista. Observe a los transeúntes mientras cenan al aire libre, pasean perros, caminan, montan en bicicleta o patinan a lo largo del paseo marítimo, o lanzan su caña de pescar y atrapan uno que otro pez. Si mira en dirección a la playa, podrá ver bañistas jugando matkot (palas de playa) y las suaves olas del Mediterráneo meciendo las embarcaciones.

10. Buscar tesoros enterrados

Buscar tesoros enterrados

Aquí, en la cuna de la civilización, siempre hay uno que otro artefacto antiguo bajo el suelo esperando ser descubierto, que puede ser cerámica, fragmentos de vidrio, huesos, metales, mosaicos, herramientas primitivas, lámparas de aceite, monedas, sellos o joyas de hace miles de años.

Si quiere excavar durante un día o durante unas horas con los niños, puede ir al Parque Nacional Beit-Geuyerin-Maresha o al Proyecto de Tamizado del Monte del Templo en el Parque Nacional del Valle de Tzurim en el Monte Scopus, en Jerusalén. Los aficionados a la arqueología pueden participar en excavaciones más serias y de periodos más largos, auspiciadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel y equipos académicos. (Fuente: ISRAEL21c Español es.israel21c.org)

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