Viajes

Acapulco promueve su presente a través de sus ayeres

Por Helen Krauze

La bahía acapulqueña es la más bella del mundo

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Acapulco de hoy

Durante una comida en el hotel Sheraton Centro Histórico, representantes del estado de Guerrero encabezados por el gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, se presentó un video con fotografías del Acapulco antiguo.

No faltó la presencia del empresario Jaime Camil, quien tanto ha contribuido a colocar al bello puerto en la escena internacional. Aproveché nuestro casual encuentro para mandarle saludos a su esposa Tony Star (ex Sotres y ex Troyet) y quien según me han dicho, sigue tan bella como siempre.

Mientras observaba las imágenes, no pude menos que pensar en lo que escribí en mi libro Viajera que vas, recordando uno de nuestros primeros viajes familiares hacia el puerto… Teníamos que salir muy temprano para que a la hora de pasar por el Cañón del Zopilote no hiciera tanto calor. Era un viaje de ocho o nueve horas para llegar a ese cerro desde donde se veía el mar, tan azul que se confundía con el cielo. Los hoteles eran pocos. Para nadar, había que visitar diferentes playas: por la mañana, se sumergía uno al mar en las pequeñas olas de Caleta, y por la tarde, nos estremecíamos con el alto oleaje de la playa de Hornos.

Hoy en día el viaje se hace en una carretera moderna y rápida, aunque al llegar, los gigantescos edificios de hoteles y condominios obstruyen esa antigua esperanza de ver el mar.

Acapulco se ha convertido, por su cercanía, en el destino turístico más interesante y concurrido para los capitalinos. Definitivamente, para muchos de nosotros, la bahía acapulqueña es la más bella del mundo.

Revista Protocolo

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Acapulco de noche Acapulco de 1950

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