En su pequeño territorio, Belice ofrece múltiples atractivos turísticos, desde arrecifes hasta zonas arqueológicas, que forman parte del fascinante y enigmático Mundo Maya.
La pesca deportiva y deportes náuticos son otra opción. Además, para quienes gustan de practicar el ecoturismo o el turismo de aventura, resultan muy atractivos sus planicies, ríos, cascadas, selvas, sabanas y lugares vírgenes.
Belice limita al norte con México, al oeste y sur con Guatemala y al este con el mar Caribe, posición que lo dotó de enormes riquezas naturales.
Este país cuenta con una barrera coralina de 300 kilómetros (la segunda más extensa en el mundo). Las tierras del norte y cercanas a la costa son parte de una planicie, elevándose en el interior hasta alcanzar más de mil metros de altitud. Las regiones central y sureña están cubiertas con una densa capa de selva alta.
Sus arrecifes suponen verdaderos laberintos que albergan una espectacular vida submarina de colores; sus islotes o cayos dan al azul de sus aguas infinitas tonalidades cristalinas, lo cual resulta un atractivo para quienes practican el buceo, de hecho es el lugar predilecto para quienes desarrollan esta actividad en todo el mundo.
Tal es la belleza de este lugar, que los gobiernos incluidos en el Mundo Maya toman medidas de protección ecológica y plantean denominarlo Arrecife Maya.
En Belice también se pueden observar esteros y manglares, donde cada atardecer varias especies de aves se acercan en busca de un refugio nocturno.
Asimismo, hay playas de arena fina y amarilla flanqueadas por extensas plantaciones de cocoteros y otras especies tropicales. Puerto Madero, San José‚ Iztapa, La Libertad, la Costa del Sol y la Bahía de Fonseca son algunos de los lugares donde se puede disfrutar de la playa, la pesca deportiva y los deportes náuticos.
Belice prácticamente una ruina maya
Una de las civilizaciones más fascinantes de la antigüedad, la maya, habitó las tierras que ahora delimitan los territorios de Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, región conocida hoy como Mundo Maya.
Belice tiene una población de 250 mil personas, pero durante el tiempo clásico de los mayas se calcula que había dos millones de habitantes. «No sabemos dónde fueron, pero sí dejaron mucho. Si usted tiene un lote en este país quizá pueda encontrar algo de los mayas. Todo Belice es una ruina maya», señaló el embajador de ese país en México, Salvador Amin Figueroa.
Los mayas construyeron sofisticadas ciudades y templos que han sobrevivido por varios miles de años y seducen a visitantes de todo el mundo, entre ellos, Xunantunich, Altún Ha, Cuello, Nohmul, Lamanai, Lubaantun, Nim Li Punit, Caracol y Cerros.
Caracol es un lugar lleno de belleza, el más grande e importante, aunque no cuenta con la infraestructura totalmente desarrollada, por lo que hay problemas para acceder, especialmente en temporada de lluvias.
Belice fue uno de los primeros países en promover el ecoturismo. Sus lugares son muy tranquilos, ya que algunos de sus hoteles sólo tienen 20 o 40 habitaciones y se ubican en plena selva. Ahí, el visitante puede admirar santuarios de mariposas, ver micos, venados o una gran variedad de aves. Una opción para el turista, principalmente europeo que gusta de lugares naturales, es la mezcla del ecoturismo con el atractivo Mundo Maya.
Las autoridades beliceñas impulsan la construcción de hoteles con más habitaciones, porque uno de los problemas es que no se puede albergar a grupos numerosos, como los que realizan convenciones o congresos. En esta empresa se buscará causar el menor impacto al medio ambiente.
El turismo en Belice es relativamente caro, por lo que normalmente el tipo de visitante corresponde a cierto nivel económico.
Los países que integran el Mundo Maya promueven el turismo en esta zona y con el Plan Puebla-Panamá buscarán incluir en esta tarea a Panamá, Nicaragua y Costa Rica, «con el propósito de juntos promover el desarrollo de este sector en la región», refirió Salvador Amin.
«Debemos ver –subrayó– cómo trabajar conjuntamente el turismo doméstico, ya que hay mucha gente de Panamá que conoce Miami, Houston o Los Ángeles, pero no a Belice, Guatemala o lugares turísticos de México. Se trata de promover que la gente realice visitas turísticas dentro de la región.»
