Lo que fue la residencia de descanso del emperador Napoleón III y Eugenia de Montijo, es hoy uno de los íconos más representativos de la ciudad vasca de Biarritz
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Dice la historia que en 1852, cuando el emperador Napoleón III quedó enamorado de la condesa Eugenia de Montijo, este le preguntó: “¿Cuál es el camino más rápido a su cama?”, la doncella le contestó: “¡La iglesia!”, y contrajeron nupcias.
Y a partir de ahí, en la ciudad de Biarritz, ubicada en el suroeste de Francia, el emperador le construyó a su esposa un palacio, que sirviera como residencia de descanso a la que se le bautizó como “Villa Eugenia”.
Esa historia de amor de mediados del siglo XIX, quedó registrada en los archivos de la historia y buscando perdure el romanticismo que aguarda ese lugar, desde 1901, el ahora Hotel du Palace, es el sitio ideal para declaraciones amorosas, pedidas de mano, ceremonias nupciales, noches de bodas, lunas de miel y desde luego, enamorarse. Pero más allá de eso, este lugar se ha convertido en el ícono de Biarritz, digno de contemplarse por horas tanto en su interior como en el exterior.
Con un acceso para gozar de la espectacular playa de Biarritz, de estilo medieval, este resort consta de más de 150 habitaciones y suites, además de restaurantes, bares, alberca, áreas de golf, entre otros servicios.
Pero eso no es todo, si bien uno podría asentarse por horas, por no decir días, en el Hotel du Palais, hay que salir y conocer Biarritz, sus antiguas iglesias católicas y ortodoxas, también de estilo medieval, que recuerdan pasajes históricos franceses, así como modernos casinos y plazas comerciales.
Ni qué decir del Faro de Biarritz, que tiene más de 70 metros de altura, al cual se puede ascender para apreciar la vista de toda la ciudad; y después, una parada obligada al Museo del Chocolate, uno de los más completos de todo el mundo en su temática.
Así que si uno está en busca de amor, habrá que acudir a Biarritz y su Hotel du Palais no precisamente para encontrar a la pareja, sino para llenarse de la vibra y seguro al regreso, usted conquistará a la persona amada. Y si usted está satisfecho con su vida amorosa, también vaya a Biarritz y enamórese más de lo que ya está.
Recientemente, Lucie Mourcely, representante de comunicación del Hotel du Palais, vino a México para promover este lugar, y espera que muchos mexicanos acudan a ese lugar a escribir sus propias historias de amor.
