Viajes

Huasca de Ocampo, primer Pueblo Mágico por excelencia

Los Prismas Basálticos, considerada como una maravilla natural a escala mundial, es el atractivo principal de esta región

Belleza y grandeza impactante de los Prismas Basálticos, una de las maravillas naturales del ámbito mundial
Belleza y grandeza impactante de los Prismas Basálticos, una de las maravillas naturales del ámbito mundial

El estado de Hidalgo, en la parte central de México, tiene el honor de tener en su territorio el primer sitio que fue denominado por la Secretaría de Turismo como “Pueblo Mágico” en el año 2001. Se trata del poblado Huasca de Ocampo, ubicado en la sierra hidalguense y es parte del municipio del mismo nombre.

Huasca, palabra náhuatl que quiere decir “Lugar de la alegría”, y Ocampo, en honor al político Melchor Ocampo, de ahí deriva su nombre.

Esta población presume tener como principal atractivo a la belleza visual de los Prismas Basálticos de Santa María Regla, descubiertos en el siglo XIX, es una formación rocosa natural ocasionada por la lentitud del enfriamiento de la lava generada por la zona volcánica donde se encuentra y de la que caen cuatro cascadas de agua de 40 metros de alto. Está considerada como una de las maravillas naturales en el ámbito mundial.

También cuenta con una arquitectura colonial de estilo barroco, y para ello basta el observar la iglesia principal dedicada al santo patrono de la localidad, San Juan Bautista; en sus entrañas se nota la belleza de relieves de madera tallada y pinturas del siglo XVIII en su mayoría con la imagen de San Miguel Arcángel.

Las enormes haciendas San Miguel Regla y Santa María Regla, llamadas así en honor a su primer dueño, Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, a pesar de haber sido convertidas en lujosos hoteles, todavía conservan la esencia de su origen barroco y la vegetación que por años las ha caracterizado. Ambas han sido consideradas para la filmación de importantes películas internacionales.

Por otro lado, la Hacienda de San Antonio Regla, que desde inicios del siglo XX quedó cubierta por el agua, funciona como planta hidroeléctrica, y se puede visitar dando un paseo en lancha, pues los paisajes verdes que la rodean y algunos torreones que asoman son dignos de admirarse.

Pero también las viviendas tienen su encanto, en su mayoría abunda el color blanco en sus fachadas y los techos rojos, que se convierten en un singular paisaje que puede ser visto desde las alturas.

La zona boscosa, que comprende gran parte del territorio, aparte de una gran mezcla de tonalidades verdes, tiene regiones como El Huariche y El Zembo en donde los visitantes pueden estar en contacto con la naturaleza, acampar tranquilamente y pescar truchas para después comerlas al gusto.

Uno de los lugares más peculiares es el Bosque de los Duendes, donde se sitúa “La Casa de Madera”, un lugar donde se venera a estos seres mitológicos, y existe la leyenda de que quienes visitan este sitio son objeto de travesuras y maldades de estos personajes que nadie puede ver por temor a que sean ofendidos por su supuesta apariencia.

Aunque también se le nota la mano del capitalismo en muchos aspectos, es de las pocas regiones de México en donde se utiliza el tranvía como medio de transporte. También se practican deportes extremos como el rappel y la escalada.

La gastronomía es la misma que abunda en el resto del estado de Hidalgo, en donde los pastes con rellenos dulces y salados son el atractivo principal, pero también la cocina prehispánica a base de insectos como gusanos de maguey, chinicuiles y chapulines que dan gusto a los paladares.

Tanto es el encanto de este lugar, que quienes han tenido la oportunidad de visitarlo dicen que es imposible parpadear pues no hay un solo rincón que no sea digno de admirar.

Así que déjense encantar por la magia de este sitio que se puede visitar en cualquier temporada del año y que es orgullosamente mexicano.

Revista Protocolo

Países que nos están viendo

ALIANZAS