Anualmente viajan desde Canadá y Estados Unidos y se instalan en México de noviembre a marzo
Por Luis Felipe Hernández Beltrán
Son viajeras frecuentes que sin pasaporte ni permiso alguno pueden darse el lujo de venir a nuestro país e instalarse libremente.
Verlas volar se convierte en un impactante espectáculo aéreo que deja una estela naranja en su camino.
Se trata de la mariposa monarca, el único insecto volador que tiene el proceso de migración más extensivo que cualquier otra especie de bicho y que también sobresale por sus colores en negro, naranja y blanco, en su mayoría; hay otras en las que el color amarillo ocupa el lugar del anaranjado, y algunas más con únicamente tonalidades blanquinegras. Además de ser la única especie de polilla que llega a durar hasta nueve meses de vida y la más grande del mundo en cuanto a anchura, pues alcanza hasta poco más de diez centímetros de largo con las alas abiertas.
Si bien hasta la fecha biólogos de todo el mundo no han podido dar con una fecha de descubrimiento, sí es sabido que fue en América del Norte donde comenzó su origen. Y que desde hace algunos años ha sido llevada a países de Europa, Asia y Oceanía para continuar con su expansión y reconocimiento en el mundo entero.
¿Quiénes son las mariposas monarca?
De nombre científico Danaus plexippus, las mariposas monarca tienen el siguiente ciclo de vida: Pasan cuatro días dentro de un huevo, una vez abierto, continuarán desarrollándose dos semanas como orugas y luego se detendrán diez días como crisálidas para finalmente vivir hasta nueve meses.
Enfocándonos en América del Norte, es en la época del otoño donde para huir del frío en Canadá y Estados Unidos, las mariposas monarca emprenden el vuelo de más de ocho mil kilómetros hasta México donde se establecen en los meses de noviembre a marzo en bosques de climas húmedos donde habitan árboles de cedro y pino, ideales para un largo periodo de hibernación, con características óptimas para su reproducción y ciclo de vida.
Las monarcas de México
En 1985, en nuestro país se comenzaron a ubicar los destinos donde llegaban las monarca, como también se les conoce, y a partir de entonces se iniciaron trabajos para formar santuarios, en donde a estos distinguidos huéspedes se les da un trato especial, basándose en el cuidado y respeto hacia ellos.
En total, hay cuatro santuarios abiertos al público, y según registros de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cada uno alberga hasta 20 millones de monarcas:
Estado de México
1. La Mesa, en el municipio de San José del Rincón.
2. El Capulín, en el poblado de Donato Guerra muy cerca de Valle de Bravo.
En Michoacán
3. El Rosario, del municipio de Ocampo.
4. Sierra Chincua, que comprende los poblados de Sénguio, Emiliano Zapata y Angangueo.
Gracias al cuidado y preservación en estos lugares, fueron declarados en 2008 por la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad. Son visitados anualmente por más de 200 mil turistas de México y el mundo, dejando fuertes derramas económicas.
Existen ocho santuarios más en ambos estados, pero éstos no son abiertos al público, pues las mariposas monarca corren peligro de ser, inconscientemente, destruidas por el hombre.
En febrero de 2014, el presidente de México, Enrique Peña Nieto; el de Estados Unidos, Barak Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, acordaron la conservación de la mariposa monarca como una especie emblemática de Norteamérica.
Revista Protocolo
