En este pueblo encantador se cultivaba el árbol que producía la resina para elaborar goma de mascar y hoy ofrece una agradable oferta para los turistas
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Mucho antes de que Cancún fuera el sitio turístico por excelencia al que turistas de diversas partes del mundo deseaban viajar para disfrutar de sus paradisiacas playas, uno de los lugares que históricamente era conocido internacionalmente, no solo del estado de Quintana Roo, sino de México, fue Puerto Morelos, y no precisamente por sus playas.
La historia data del siglo XIX, cuando en ese poblado quintanarroense se cosechaba el árbol que producía la resina con la que se elaboraba la goma de mascar, hasta que una familia inglesa de apellido Adams, vio en esa producción un buen negocio y decidió llevarse todo a Inglaterra para elaborar y comercializar lo que hoy se conoce como chicle.
Actualmente, dejando atrás aquel pasaje histórico, Puerto Morelos vuelve a ser centro de atención del planeta y se une a sus “celestiales” vecinos Cancún, Bakalar, Playa del Carmen, la Riviera Maya, Cozumel, Tulum, Isla Mujeres y Holbox, para ofrecer 35 kilómetros de playas, cómodas habitaciones, una vasta gastronomía en restaurantes, parques públicos y hasta el arrecife natural más grande de Latinoamérica, sin dejar de mencionar que está considerado como el lugar con menos índices delictivos de todo el estado de Quintana Roo.
El gobierno quintanarroense y el propio municipio han invertido más de 100 millones de pesos para remodelar y recuperar Puerto Morelos y con ello posicionar la marca, así lo anunciaron representantes de los gobiernos estatal y municipal, en la sede que tiene el estado caribeño en la Ciudad de México (CDMX).
Aunque muchos turistas han atestiguado y disfrutado del remodelado Puerto Morelos, se espera seguir atrayendo a más paseantes nacionales y extranjeros, para ello, iniciarán con las promociones a finales de marzo, en el tianguis turístico de Acapulco.
Gracias a estas innovaciones, Puerto Morelos le hará honor al nombre como sus habitantes lo llaman: El pueblo con encanto.
Revista Protocolo
