Nueve municipios del estado contienen territorio rico en geología, naturaleza y cultura, razones por las que alcanzó el título
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández para la Revista Protocolo Copyright©
El pasado 5 de mayo, fue un día importante en la historia de México: por primera vez en la historia, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) nombró a una zona importante del país, en este caso, a la comarca minera del estado de Hidalgo, con el título de Geoparque Comarca Minera, lo que la hace pertenecer a la Red Global de Geoparques.
Y es que esa área importante del estado hidalguense, que componen los municipios de Atotonilco el Grande, Epazoyucan, Huasca de Ocampo, Mineral de la Reforma, Mineral del Chico, Mineral del Monte, Omitlán de Juárez, Pachuca de Soto y Singuilucan, tiene en conjunto 31 geositios con importancia arqueológica, biológica, cultural, ecológica, geológica y minera, abarcando un total de mil 900 kilómetros cuadrados.
Todo esto se da, después de varias acciones que en conjunto realizaron la Secretaría de Turismo del estado de Hidalgo y el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En conferencia de prensa celebrada, recientemente, en el Consejo de Promoción Turística de México en la capital del país, Eduardo Javier Baños Gómez, secretario de Turismo del estado de Hidalgo, habló sobre las tareas que habrán de realizarse tras el nombramiento del Geoparque, entre las que se incluyen el trabajar en la preservación del patrimonio cultural, geológico y natural; desarrollar programas de divulgación y educación ambiental para los habitantes de la zona; contribuir al desarrollo sostenible cultural, económico y social del territorio; mantener la diversidad del patrimonio local, y fomentar el conocimiento de la región.
Con este logro, México es uno de los 35 países privilegiados al tener uno de los 128 parques que hasta el momento existen en todo el mundo; se espera que en los próximos años, otros territorios de la nación, como la zona mixteca en Oaxaca, estén en la mira de la UNESCO y adquieran el nombramiento.
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