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¿Quieres ser original este 14 de febrero?

Si coinciden en que es emocionante no hacer lo de siempre y dar paso a algo más significativo, y si además viven en algún estado del centro del país, existe una opción infalible para celebrar en compañía a ese amor o esa amistad tan especial: visitar alguno de los espectaculares rincones de la ciudad de Tlaxcala

Ciudad de México, 2 de febrero de 2023.— Hay días en el calendario que marcan inevitables celebraciones, muy tradicionales y hasta familiares, existen otras, como la del 14 de febrero, que merecen dedicarle un poco más de planeación para que pueda convertirse en un emocionante reto de creativa originalidad.

Si coinciden en que es emocionante no hacer lo de siempre y dar paso a algo más significativo, y si además viven en algún estado del centro del país, existe una opción infalible para celebrar en compañía a ese amor o esa amistad tan especial: visitar alguno de los espectaculares rincones de la ciudad de Tlaxcala.

Vayas donde vayas, aquí, en la capital del estado, tendrás garantizadas buena oferta gastronómica y seguridad pública, lo cual ya de por sí es un buen comienzo, al que solo falta darle las necesarias dosis de romanticismo. La elección dependerá de qué tipo de pareja sean, si buscan glamour, tranquilidad o sentirse como en casa.

A tan solo unos kilómetros, a través de seguras autopistas, aquí están tres magníficos rincones en la ciudad de Tlaxcala para este 14 de febrero.

En el Centro Histórico de la capital tlaxcalteca se encuentra un referente en cuanto hospitalidad y valores agregados de un hotel boutique: pequeño, íntimo y apapachador. Está en la avenida Lardizábal, justo detrás de los cuarteles del gobierno estatal, y el encanto de Posada Tlaxcala deriva de sus dimensiones acotadas y su oferta restringida, pues en dos niveles cuenta con solo nueve habitaciones —sencillas y dobles—, que permiten a sus administradores, herederos de una tradición que se remonta hasta el siglo XIX, ofrecer un servicio de gran cercanía y calidad.

Esta joya en el corazón de la ciudad logra que el visitante palpe el contexto colonial que en este territorio persistió sin muchos sobresaltos a pesar del paso de distintas modernidades. Cada habitación es única, su decoración remite a los hogares de antaño, hay acogedores detalles por doquier que se complementan con un patio central con mesas para desayunar o comer y pasillos con vegetación que incitan a la reflexión y a la charla.

Otra de sus cualidades que han podido comprobar quienes se sientan a la mesa es su buena cocina, precisa y sin falsas pretensiones. Los platillos tienen diferentes grados de elaboración —desde enmoladas, enfrijoladas tricolores, cortes de carne o ensaladas, hasta sándwiches o hamburguesas— pero comparten un común denominador: su sazón es impecable y los precios accesibles.

Además, si necesitas testimonios de tu romántica visita, cuenta con una especie de tiendita donde puedes comprar recuerdos y artesanías de la localidad. Todo ello con una atención del personal que es al mismo tiempo cálido y oportuno.

Una de las mejores opciones para impresionar a ese amor o esa amistad con argumentos irreprochables, que involucran equilibrio arquitectónico y elegancia en cada detalle, Hotel San Francisco. Te recibirá una imponente fachada de cantera rosa y gris traída desde los linderos del lago de Texcoco, con balcones de herrería art nouveau en una de las construcciones más emblemáticas de la capital tlaxcalteca y ubicación que no podía ser más céntrica. No hay pierde.

Antes conocida por obvias razones como la Casa de Piedra, cuyos orígenes se remontan a 1540, hoy el Hotel San Francisco entreteje en su diseño lo mejor de dos mundos: lo colonial y lo contemporáneo, con una decoración ecléctica que se evidencia durante el recorrido por la alberca techada (lujo que pocos lugares se pueden dar), un patio central que en el techo tiene un magnífico vitral, dos bares y dos restaurantes con especialidades mexicanas y tlaxcaltecas.

Pero sin duda lo que resalta donde quiera que vayas en el Hotel San Francisco, es esa discreta elegancia y gran respeto por la armonía de los espacios. Tiene vestigios antiguos que datan del siglo XVI, como muros de piedra xalnene —material común en Tlaxcala— que circundan el área de la alberca y una hermosa Fuente de la Paz. Ya en los siglos posteriores se le han ido agregando edificios, y en cuanto a sus habitaciones, con diferentes capacidades, hay 63 normales, cinco suites y la joya de la corona, una Master Suite. Eso sí, todas tienen TV con cable y wifi. Ese aspecto, el de la conectividad, está resuelto y no solo eso: dentro del recinto hay un salón para fiestas y hasta una sala de juntas, por si de modo arrebatado requieres dotar de solemnidad ejecutiva a un amoroso anuncio.

Sin duda este es un alojamiento de primera categoría al que solo le falta la complicidad de una pareja que aprecia atmósferas suavemente chic.

Apenas entrar a su pequeña y amaderada recepción sabrás que has llegado a algo que identificas como hotel pero que es capaz de transportarte a una época en las que las chimeneas formaban parte de la vida cotidiana, Hotel Posada de la Virgen.

Y apenas ahí empiezan las sorpresas, que se van sucediendo mientras conoces más del Hotel Posada de la Virgen. Si tienes la suerte de entrar en una de sus suites temáticas, como la San Luis, la Chiapas o la Chihuahua, verás que están diseñadas de manera única y particular con manos artesanales huastecas, de las montañas del sureste o de la Sierra Tarahumara. Cada habitación tiene motivos hechos en esos lugares de la República Mexicana en forma de cabeceras bordadas, adornos tejidos, textiles en la ropa de cama y las paredes, pantallas de lámpara decoradas, cuadros, sombreros… escenarios ideales para que parejas con alma un poco hippie disfruten de un lugar muy original.

Este establecimiento boutique merece cuatro estrellas, es supercéntrico —está en la calle Ezequiel M. Gracia -, ofrece habitaciones con una o dos camas (pero estas las podríamos dejar para otra ocasión, quizá al volver ya con familia), wifi y tiene servicio de desayuno.

En el Posada de la Virgen hay un coqueto quiosco en el patio, en donde durante el día o por la noche es posible —y recomendable— echar la copa y disfrutar del fresco clima de la tranquila Tlaxcala.

Ahora bien, si la idea de ambos es romancear, pero conservando el ritmo de la vida ejecutiva, hay una gran opción cuatro estrellas a unos minutos del centro de Tlaxcala, Hotel Señorial —en avenida Juárez 22— que ofrece no solo una alberca techada, tina de hidromasaje y un gym con aparatos para vigorosas rutinas, sino además masajes en la habitación, restaurante y bar con especialidades.

El business center, salones de eventos, wifi y amplio estacionamiento se dan por descontado y hay amplia oferta de habitaciones, desde la estándar sencilla hasta una regia suite triple, como para que estén a sus anchas.

Si eligen esta opción, avalada por gran cantidad de parejas, tendrán una atención del personal y una vista espectaculares, Hotel La Loma, no por nada el nombre de este hotel cuya elevación desde la terraza del restaurante (El Mirador, por supuesto) permite contemplar el centro tlaxcalteca y las montañas. En Vicente Guerrero 58 hallarán murales en los muros, floridos jardines y amabilidad a solo seis minutos de la Plaza de la Constitución.

Además, encontrarás maravillas históricas como la Catedral, la Plaza de Toros, el sorprendente mural de Desiderio Hernández Xochitiotzin, hermosas iglesias, e incluso podrás desplazarte a realizar otras actividades turísticas a municipios cercanos.

Así es que no lo pienses más y descubre Tlaxcala Capital Origen de México.

Fotografía: Tlaxcala Prensa

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