Viajes

¿Viajar en avión con la mascota?

Consejos para que esos perrunos o gatunos acompañantes vuelen seguros

Inés Peluffo*

Ciudad de México, 6 de enero de 2019.— Aunque parezca una locura, ahora que se empieza un nuevo año, si algo sabemos es que hay que planear las vacaciones con anticipación, sobre todo si tenemos un amigo de cuatro patas y queremos llevarlo con nosotros.

Para ello, TurismoCity, el metabuscador que compara los valores de los vuelos, hoteles y paquetes, se dio a la tarea de investigar los datos que se necesitan para viajar en avión con las mascotas.

Cada país tiene su propia normativa sanitaria, por lo que habrá que cumplir lo que cada uno pide, pero comúnmente incluye lo siguiente:

En general, todos piden una cartilla de vacunación de un laboratorio reconocido y presentar el certificado oficial por un veterinario matriculado.
Hay países que también exigen implantar un microchip que funciona como un sistema único de identificación internacional que cumpla con las normas ISO 11784 -11785 y se aplica mediante una inyección.
Realizar desparasitación interna y externa.

Si el viaje es al extranjero se necesita un certificado zoosanitario para exportación emitido por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Antes de comprar el boleto, revisar los requisitos y recomendaciones para viajar con perro en avión en la página de internet de la aerolínea, porque varían.

¿Cabina o bodega?
Cada aerolínea tiene su normativa. Algunas permiten llevar mascotas en cabina si el combo de la mascota y su transportadora no sobrepasa el peso estipulado por cada aerolínea, que va de los cinco a los diez kilos.

Los costos por llevar una mascota en el área de equipaje o en la cabina varían según la aerolínea.

La transportadora debe ser de un material rígido y lo suficientemente grande para que el animal pueda recostarse, ponerse de pie y quepa holgadamente. La mascota en su transportadora debe colocarse debajo del asiento de adelante.

Algunas aerolíneas, dependiendo de la distancia del vuelo, peso o políticas, solo trasladan mascotas en bodega. Si de verdad se necesita que la mascota viaje al lado de su dueño, se puede solicitar que viaje como “animal de soporte emocional”.

Es necesario cumplir con los requisitos como si viajara en bodega y, adicionalmente, mostrar una carta de un profesional que explique lo necesario de tener a la mascota al lado por algún problema emocional o de salud mental, y firmar un documento donde se asegure que no es agresivo y no representa un riesgo ni amenaza para otros pasajeros.

En ambos casos, tanto cabina como bodega, hay políticas definidas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en cuanto al nivel de presurización y temperatura en la cual deben viajar las mascotas que todas las aerolíneas deben cumplir para asegurar la seguridad del animal.

¿Qué animales no pueden viajar en bodega?
Se aconseja no transportar ningún animal que esté en las siguientes condiciones:

  • Animales heridos o que sufren una debilidad fisiológica o problemas patológicos.
  • Hembras preñadas que hayan superado el tercio del periodo de gestación esperado.
  • Hembras que hayan parido dos semanas antes del traslado.
  • Cachorros menores a las 15 semanas.
  • Perros y gatos braquicéfalos (de nariz chata), ya que corren un mayor riesgo de sufrir golpes de calor y trastornos respiratorios ante el estrés.
  • Animales obesos.
  • En caso extremo, pueden hacerlo acompañados de un veterinario especialista.

TurismoCity recomienda:

  • Elegir vuelos directos, por razones obvias: menos cantidad de horas de vuelo y evitar tener que mover a la mascota de un avión a otro en la escala. Los animales suelen sufrir mucho los momentos de despegue y aterrizaje del avión.
  • Elegir vuelos en horarios que coincidan con la rutina del animal.
  • La época del año por las temperaturas y humedad en los aeropuertos.
  • Se recomienda no darles sedantes: por cuestiones de salud, los especialistas aconsejan evitar los sedantes, ya que reducen la habilidad para responder al estrés durante el vuelo, además de que los efectos secundarios pueden ser potenciados por el ambiente presurizado, como por ejemplo la baja de presión sanguínea y pueden tener consecuencias graves.
  • Llevarlos en una buena transportadora: las mejores son las de plástico rígido y deben tener suficiente espacio como para que la mascota pueda girar, sentarse y recostarse. Las medidas deben ser proporcionadas por el veterinario de acuerdo a la longitud, anchura y altura de la mascota con base en lo estipulado por IATA. Además, debe tener ventilación en tres de sus lados y en la parte superior, la puerta tiene que ser de metal y debe estar unida con tornillos y tuercas.
  • Acostumbrar a la mascota a la transportadora antes de viajar, para que no se sienta tan incómodo llegado el momento.
  • Colocar una manta con olor familiar y algún juguete conocido que ayude a tranquilizarlo ante la situación de estrés.

No es tarea fácil, pero si toca viajar con la mascota en el avión, lo más importante es cumplir con las normas sanitarias y hacer que el viaje sea lo menos estresante posible para el animal.

*Responsable de Comunicación, Prensa y Afiliados de TurismoCity

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