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Viajar y tomar vino… el regreso del doble placer

Son el enoturismo y el gastroturismo importantes opciones de recuperación para el turismo latinoamericano

Revista Protocolo

Ciudad de México, 6 de julio de 2020.— El enoturismo y el gastroturismo representan dos sólidas alternativas de recuperación y desarrollo para el turismo de América Latina en los próximos años, y aunque ambos se encuentran en fase de consolidación, son firmes alternativas para la llegada de visitantes locales y del exterior cuando la pandemia sanitaria comience a superarse.

La conformación de rutas gastroturísticas está en proceso de desarrollo o de consolidación y tiene crecimientos importantes como centros turísticos, de manera especial en países como Chile, Argentina y México.

Especialistas mexicanos convocados por la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (Actual) confirmaron lo anterior y añadieron que es fundamental la creación de complejos gastronómicos y enológicos a los cuales se les pueda dar un evidente uso turístico y configurar así verdaderas experiencias para los visitantes.

Antonio Montesinos, consultor de destinos gastronómicos sostenibles, dijo durante la conferencia remota que un ejemplo de este tipo de polos turísticos basado en la enología y gastronomía es La Rioja, en España, y destacó la ventaja que tiene un país como México donde, a diferencia de las bodegas chilenas o argentinas, el 80 por ciento de sus zonas productoras de vino como Baja California o Parras, están conformadas por firmas nacionales.

Miguel Echavarría, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Parras de la Fuente, en el estado de Coahuila, dio una clara explicación del desarrollo de este lugar como centro productor de vino de clase mundial, muestra de ello es Vino Don Leo Gran Reserva, que logró generar el mejor cabernet sauvignon del mundo para obtener la medalla otorgada en la última edición del Concours International Des Cabernets.

Parras tiene actualmente 680 hectáreas productoras de vid y vinos, diez importantes proyectos vitivinícolas y algunos más en formación, algunos de los cuales son de reconocimiento mundial como Casa Madero, lo que permitió que en 2019 llegaran a la zona 200 mil turistas y se tenía la expectativa de un crecimiento de por lo menos el 30 por ciento en este 2020.

Las rutas enoturísticas de Parras, añadió, están totalmente operables y podrían entrar en uso una vez que la contingencia de salud haya disminuido.

A su vez, Juan Ignacio Magos, promotor de campañas de difusión y mercadotecnia de turismo gastronómico y enológico, afirmó que los proyectos de difusión de estas rutas en América Latina deben pasar por procesos de investigación, planeación con fortalezas, comunicación y evaluación para llegar a ser exitosos.

Aseguró que, de las seis mayores rutas enogastronómicas del mundo, dos están ubicadas en América Latina que son Mendoza, Argentina, y el Valle de Guadalupe en Baja California, México.

El enoturismo y gastroturismo no deben dejar de verse como mercados emergentes, dijo, ya que permitirán mantener el esfuerzo y aprovechar su potencial cuando la pandemia en Latinoamérica vaya cediendo.

Finalmente, Armando Bojórquez Patrón, presidente de la Actual, aseguró que el enoturismo y gastroturismo tienen en América Latina un carácter único, ya que poseen algunas de las mayores características que difícilmente se pueden encontrar juntas en algunas zonas del mundo como son: un vino de calidad, una gastronomía única que solo se encuentra en esos países, bellezas naturales y la calidez de los latinoamericanos.

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