En la actualidad, éste es un requisito cada vez más exigido. Los niveles de presión son superiores a lo que era hace unos años atrás
En más de alguna oferta hemos leído que dentro de los requisitos se encuentra el trabajo bajo presión como una competencia. En la práctica, podemos entenderlo como la habilidad de trabajar bajo condiciones adversas, manteniendo la eficiencia.
En la actualidad, éste es un requisito cada vez más exigido. Los niveles de presión son superiores a lo que era hace unos años atrás. En un mercado tan competitivo, el nivel de exigencia de las empresas es cada vez mayor, y esto significa recargar a los trabajadores con más trabajo y que lo cumplan en menor tiempo. Pero esto también ha generado aumento de estándares de calidad, lo que obliga a utilizar procedimientos y controles que anteriormente no existían.
Por último, la polifuncionalidad también es una de las razones por las que el trabajo bajo presión sea una competencia tan requerida. Las empresas tratan de ahorrar en personal, entregándole a una persona responsabilidades de dos o más.
¿Pero qué tan sano es trabajar bajo presión? Si no estás acostumbrado a trabajar bajo altas exigencias, lo más probable es que termines en un desequilibrio físico y emocional, conocido como estrés laboral.
En este sentido, los expertos opinan que inicialmente el estrés puede optimizar la actividad del individuo y por ende aumentar su productividad, sin embargo, si la persona no sabe manejar estas situaciones, finalmente aumentará el cansancio y disminuirá el rendimiento.
Si las condiciones laborales adversas te están afectando, te sientes nervioso o preocupado, quizás no te has planificado lo suficientemente bien. Existen muchos distractores y obstaculizadores del tiempo que nos atrasan y no nos permiten lograr lo planeado de manera eficaz y eficiente.
Revisa los siguientes puntos y responde si has cometido alguno de estos errores:
– No planificar
– No organizar
– No priorizar
– Desviarte de los asuntos importantes, dándole tiempo a ladrones de tiempo como el teléfono
– No delegar
– No saber decir que NO
– Conversaciones inútiles
– Falta de precisión en las tareas
Por otra parte, manejar efectivamente la presión en el trabajo tiene que ver con otras condiciones individuales que nos ayudan a lidiar con el estrés. Ten en cuenta los siguientes puntos:
a) La salud es primordial
b) Sé puntual y planea tu día desde que te levantas
c) Dormir por lo menos siete horas diarias
d) Hacer deporte
e) Tomar vacaciones
f) Desconéctate de la oficina
“Las exigencias de trabajar bajo presión son muy altas, porque se espera que la persona realice una serie de tareas en el menor tiempo posible, pero manteniendo la eficiencia, calidad y productividad. Algo que puede parecer simple, pero que muchas veces se termina escapando de las manos y provocando enfermedades. Por eso la clave es cuidar la vida personal y disfrutar el tiempo de descanso, para que puedas recargar las energías, que te permitan enfrentar duras jornadas laborales”, destaca Margarita Chico, Country Manager de Trabajando.com México.
Revista Protocolo