Disfrutan diplomáticos, políticos y público en general, de un magno concierto de grupo folklórico kazajo
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Los 25 años de la independencia de Kazajstán no podían pasar inadvertidos en el Senado de la República mexicano.
Los mejores exponentes de música kazaja, tanto de instrumentos, voz y baile, ofrecieron, recientemente, un amplio repertorio en el auditorio “Octavio Paz” de la también llamada Cámara alta.
Ante los embajadores en México de Perú, Bulgaria, Ecuador, Israel, Georgia y Argelia, los músicos Akarke Tazhibayeva, Abilkayir Abdrash y la bailarina Assylym Kulenkeyeva, quienes conforman el grupo folklórico kazajo en México, demostraron un amplio dominio escénico en 13 números, entre los que sobresalieron los tradicionales cantos mexicanos “Bésame mucho”, de Consuelo Velázquez, y “Cielito lindo”, de Quirino Mendoza y Cortés, y 11 canciones kazajas más.
Representando al grupo de senadores, principalmente a la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico, Manuel Cavazos Lerma expresó: “Han transcurrido más de dos décadas desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y la república amiga de Kazajstán, tiempo en el que nuestros vínculos se han ampliado, fortalecido, enriquecido, y que actualmente gracias a la apertura de esta embajada en nuestro país, se está coadyuvando la identificación de nuevas áreas de oportunidad, de cooperación y colaboración entre ambas naciones.
“Esperamos que hoy podamos conocer un poco más a través de la música y baile, de la impresionante riqueza cultural que este país (Kazajstán) nos ofrece.”
Pero eso era solo el inicio, ya que el momento musical estuvo lleno de sorpresas; primeramente, la aparición de Gulim Danyarova, técnica administrativa de la Embajada de Kazajstán, quien demostró no solo ser buena para los números, sino también para la ejecución musical, pues participó en un número como músico solista, y en otro más acompañando a los artistas estelares; pero el que sorprendió más fue Andrian Yemelessov, embajador de Kazajstán en México, quien al momento de presentar a los artistas y sin soltar el micrófono, amenazó con cantar, lo que provocó el aplauso del público, pero luego “recordó” que tenía tos, por lo que prefirió no hacerlo, lo que generó risas.
Los más de 100 asistentes que abarrotaron el lugar, destacando integrantes y familiares de los trabajadores de la embajada kazaja, disfrutaron de un acontecimiento histórico, pues hasta el momento, no existen antecedentes de algún grupo o músico de Kazajstán que se haya presentado en nuestro país.
Revista Protocolo