“México ha surgido como el mercado de enfoque para empresarios de la India”: embajador Pardeshi
Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Tras una intensa jornada de frío invernal, por fin se asomó el sol, propiciando un arduo calor. Mejor clima no podía tener el personal de la Embajada de la India en México, para celebrar su fiesta nacional en la residencia del embajador Muktesh Pardeshi.
El ambiente caluroso fue propicio para celebrar el 67 aniversario de la entrada de la constitución del país asiático y para, inconscientemente, incluir algunos factores característicos de la India.
Desde las afueras de la entrada a la residencia del embajador indio llegaba el sonar de la música relajante, ideal para la meditación, yoga y todos esos rituales que la India le ha aportado al mundo. ¡Nos hubieran dicho que había que venir vestidos de blanco! ¡A mí se me olvidó el tapete!, bromeaban algunos invitados especiales con el comité de recepción.
Sin embargo, nada mejor que un vaso de jugo o una copa de vino para poder entrar en estado de relajación, y qué mejor que las pláticas de amigos y camaradería, donde el buen humor fue el factor reinante; así como el ver desfilar a integrantes de la comunidad india en México, ataviados en dhotis y saris, como se conoce a los trajes típicos de aquella nación, y algunos hombres que portaban turbantes.
“Nos convertimos en la democracia más grande del mundo. La constitución ha proporcionado bases sólidas para el progreso general de 1.3 billones de personas, la India está ahora entre las siete principales economías del mundo, además, actualmente, es la economía divergente de más rápido crecimiento.
“Las inversiones bilaterales (entre México y la India) están creciendo con más de 60 compañías indias operando en México y que han creado más de 10 mil empleos.
“México ha surgido como el mercado de enfoque para empresarios de la India”, dijo el embajador Pardeshi en el breve discurso que ofreció a los casi 200 invitados que acudieron a la fiesta, importante también para los mexicanos que han sabido consolidar en diferentes rubros su amistad con los indios.
Diversos platillos tradicionales de la India formaron parte del manjar ofrecido por los anfitriones y cerrar así una grata celebración relajante y reflexiva. Las meditaciones de la India, siempre pensando en la paz, al menos en México, habrían surtido el efecto esperado.