“Hasta el momento, estoy absolutamente encantado con el resultado: puedo masticar y comer comida normal…”: Andrew Sandness, hombre de 32 años.
Un equipo pluridisciplinario de Mayo Clinic, integrado por cirujanos, médicos y otros profesionales de la salud, acaban de completar el trasplante casi total de cara de un hombre procedente de Wyoming en la sede. La extensa cirugía cambió la vida del paciente al mejorar su capacidad de masticar, deglutir, respirar y oler.
“El trasplante facial consiste en el proceso de extraer parte o toda la cara del donante para colocarla en un paciente que anteriormente sufrió lesiones faciales o deformidades”, comenta el doctor Samir Mardini, director quirúrgico del Centro para Cirugía de Trasplante Reconstructivo Essam y Dalal Obaid de Mayo Clinic. Los componentes del trasplante pueden ser: piel, grasa, músculos, nervios, tendones, cartílago y hueso. La conexión en el receptor de los nervios y los vasos sanguíneos de la cara del donante brinda la posibilidad de que con extensa rehabilitación, la sensación, el funcionamiento y la movilidad sean similares a los de una cara sin lesiones. “En algunos casos, permite que el receptor recupere la capacidad de hablar y de masticar comida, que evite la continua necesidad de sondas alimentarias y que goce del sentido del olfato”, añadió el doctor Hatem Amer, director médico del propio centro.
El objetivo principal de Mayo Clinic es restablecer la anatomía normal y mejorar las funciones al máximo posible; el objetivo secundario es ayudar al paciente a alcanzar más integración social por medio de una mejor apariencia y de la extracción de la deformidad facial, lo que le brinda la confianza para vivir menos aislado y una mejor calidad de vida. En Mayo Clinic, los equipos de expertos se enfocan en la atención de las necesidades del paciente como una persona integral, a fin de ofrecerle el cuidado exacto que precisa.
“Mayo Clinic tiene largo historial de conformar equipos especializados de expertos que brindan atención médica completa a los pacientes que necesitan esperanza y recuperación. Esto ejemplifica de forma extraordinaria el trabajo en equipo, la colaboración y la conmiseración de Mayo Clinic, de modo que no puedo sentirme más orgulloso de este equipo. Andy ha sido paciente nuestro desde hace 10 años y se ha esforzado mucho en la preparación para esto. Durante todo el periodo de recuperación, demostró fuerza, amabilidad y determinación; es una persona increíble que merece como nadie este regalo”, comenta el doctor Mardini.
La cirugía, que duró más de 50 horas y se llevó a cabo en el verano de 2016, implicó restablecerle la nariz, las mandíbulas superior e inferior, el paladar, las mejillas, los músculos faciales, la mucosa oral, algunas glándulas salivales y la piel de la cara (desde debajo de los párpados hasta el cuello, y desde una oreja a la otra). El equipo quirúrgico recurrió a la tecnología de planificación virtual de la cirugía y a impresiones tridimensionales para optimizar el resultado estético y funcional de la operación. Desde entonces, Sandness ha permanecido recuperándose en Rochester y quizás este mes pueda regresar a su casa en la zona oriental de Wyoming.
Durante más de 50 años, miles de personas han recibido trasplantes de órganos, tejidos y médula ósea en Mayo Clinic, entidad que se ha mantenido a la vanguardia en la cirugía de la reconstrucción facial desde la década de 1930. Mayo Clinic realiza más trasplantes que ninguna otra institución médica del país, y el programa para trasplantes de cara combina esas áreas de larga pericia para brindar a los pacientes la tranquilidad de que Mayo Clinic tiene la capacidad y la experiencia necesarias para un resultado exitoso y una mejor calidad de vida.
Revista Protocolo