Ciencias Alternas

Kabbalah: Luz infinita

La Kabbalah nos conduce al alcance del propósito de nuestra existencia y a las respuestas definitivas a los interrogantes de la vida

Dr. Moisés Matamoros Muñoz

A menudo comparto en mis reflexiones conceptos, ideas, energía, etc., que tienen conexión con los fundamentos de la sabiduría de la Kabbalah. Había escuchado sobre este tema, sin embargo no tenía idea sobre qué se trataba con más detalle, hasta que en Instagram apareció una invitación para asistir a una clase gratuita en el Centro de Kabbalah de Ciudad de México. En aquel entonces yo daba clases en la Universidad Anáhuac, así que el campus Norte me quedaba a cinco minutos de mi espacio laboral. Todo se alineó para poder asistir a este encuentro, que sería definitivo en mi proceso formativo.

Estudiar Kabbalah es encontrar vínculo con felicidad, plenitud, satisfacción en el día a día. Esta venerable tradición espiritual ofrece la sabiduría más antigua del mundo, remontándose a más de cuatro mil años. Kabbalah deriva del término “recibir”. Comenzó con Abraham, el padre de las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islamismo. Abraham reconoció que existen dos esferas que afectan nuestras vidas: la espiritual y la física. Él reveló las leyes que rigen estas dos esferas, o lo que es lo mismo, un código de leyes para el funcionamiento de todo el Universo. Abraham explicó cómo el mundo espiritual intersecta al mundo físico, y también explicó lo que podemos hacer en esta intersección para revelar Luz.

La Kabbalah nos conduce, por medio de su vertiente práctica, al alcance del propósito de nuestra existencia y a las respuestas definitivas a los interrogantes de la vida tales como: ¿cuál es el sentido de mi vida?, ¿por qué y para qué fuimos creados?, ¿cómo entender el mundo en que vivimos? y ¿qué hacer para sentirnos más seguros en este mundo? Esta meta sublime está diseñada para ser revelada a toda la humanidad, a cada uno de nosotros, aquí y ahora, en el transcurso de nuestra vida sobre la Tierra. La Kabbalah nos conduce al desarrollo de un sentido adicional mediante el cual podemos explorar y hasta influenciar las fuerzas que gobiernan nuestro mundo aunque estas trascienden nuestros cinco sentidos naturales.

El Rav Ashlag nos comparte que la sabiduría de la Kabbalah es “…una secuencia de raíces que se desprenden por vía de causa y efecto, siguiendo reglas fijas y determinadas que se entretejen en un solo y elevado objetivo descrito como, la revelación del Creador a sus creados en este mundo”. Según Ashlag, esta evolución tiene un curso general para toda la humanidad en forma colectiva pero “aquellas personas que desean avanzar a un ritmo más acelerado, tienen aquí, a su disposición, todas las herramientas necesarias para lograrlo ya”.

Como afirma Yehuda Berg, mediante el uso de estas leyes del Universo, la Kabbalah ofrece un sistema que explica toda la problemática de la vida real que nos mantiene hundidos en la oscuridad. Esto tiene un gran valor, pues si no sabemos cómo funciona la gravedad, podríamos intentar un gran salto y lesionarnos. Sin algún conocimiento sobre electricidad, podríamos meter los dedos en un enchufe y electrocutarnos. El entender cómo funcionan las cosas puede ayudar, el no entender puede lastimar. La ignorancia es una de las razones por las que hay caos; la Kabbalah ofrece grandes herramientas para contrarrestar eso.

La ciencia, la física, la biología, la religión, la espiritualidad, la filosofía, todas tienen sus raíces en la Kabbalah, como ramas de un árbol que emerge de una sola semilla. La Kabbalah influyó profundamente en los grandes pensadores de la historia, incluyendo a Abraham, Moisés, Jesús, Mahoma, Pitágoras, Platón, Newton, Leibniz, Shakespeare, Jung. A través de las distintas épocas la existencia de la Kabbalah ha sido menos negada y más accesible.

La Kabbalah es más que magia, es certeza. En la Kabbalah la conexión con las Fuerzas Superiores ocultas no es para conseguir caprichos, sino para que cada alma reconozca su deseo de ser más afín al Creador, más imagen y semejanza y como consecuencia, lograr una transformación interior que permee en la vida de quien así lo pretende alcanzar.

Tal y como el Rav Berg dijo una vez, “Todo el propósito de la vida es nacer como una persona y morir como otra totalmente distinta”. No importa cuál haya sido nuestra trayectoria ni cuánta negatividad hayamos acumulado en nuestra vida. Recordemos, todo se trata de transformación. Mientras estemos abiertos a oír y ver lo que necesitamos cambiar y transformar, mientras estemos dispuestos a transitar el camino de la transformación, estaremos dando un paso hacia lo que realmente es la espiritualidad y estaremos creciendo en todos los aspectos de nuestra vida. De esto trata “ser un kabbalista”.

Afirma Karen Berg en su libro Dios usa lápiz labial un concepto muy certero sobre el ser espiritual, desde la iluminación de la Kabbalah: “… podríamos pensar que tiene que ver con leer libros, practicar yoga, meditar o aprender sobre astrología. Sin embargo, la Kabbalah nos explica que la espiritualidad es aceptar que toda nuestra razón de ser es compartir. Nos despierta al entendimiento de que necesitamos mejorarnos. La espiritualidad es ser capaz de ver lo que está mal en nosotros, aceptar la idea de que podemos cambiar y luego mostrar disposición a transformarnos realmente…”

Algunas personas piensan que la Kabbalah versa sobre hablar hebreo, circuncidarse para los hombres, o usar peluca para las mujeres. Solo comer alimentos Kosher, guardar el Shabbat, entre muchos otros ritos, que sin duda son importantes y tienen una razón de ser muy importante para atraer cierta energía específica. Sin embargo, cualquier persona que desea acrecentar su vasija para contener y recibir más Luz de Dios, se está descubriendo y llevando a cabo el propósito de estudiar Kabbalah.

El Centro de Kabbalah, extendido hoy por todo el mundo, se dedica a ayudar a descubrir ese propósito para que no solo podamos alcanzar la vida soñada, sino también podamos compartir nuestras bendiciones con los demás. Para que nuestras acciones altruistas y la positividad generen un efecto dominó en todo el mundo, que contribuye a impulsar el cambio. Estamos aquí para apoyar la transformación espiritual del mundo y, en el proceso, ayudar a que este mundo sea mejor.

La conexión con la Biblia, oculta por mucho tiempo, tal vez sea el aspecto más notable de la Kabbalah. La Kabbalah dice que la Biblia es un código completo, es un criptograma. Cuando se descifra este código bíblico sucede algo maravilloso: súbitamente impresionantes fuerzas espirituales son liberadas en nuestras almas y descargadas en el mundo. Es como encender una luz en un cuarto oscuro. Estas fuerzas nos dan el poder de cambiar nuestras vidas completamente y transformar el mundo de manera absoluta. Cuando la Biblia permanece codificada, leída y tomada literalmente se convierte en un símbolo estéril de tradición religiosa en lugar de un instrumento de poder y revelación.

El primer Precepto establece: “Yo soy el Señor, tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás otros dioses además de Mí”. ¿Qué quiere decir esto en la práctica de la Kabbalah? Esencialmente significa: “Te he dado la habilidad para no ser una víctima. Te he sacado de tu propia esclavitud. Hoy te otorgo las herramientas espirituales para enmendar y crear con lo que se te ha dado para trabajar: ya sea mucho o poco.” Lo que sea que tengamos como herramientas, se nos otorgaron por el Creador para permitirnos cambiar ya que no estamos esclavizados. Esto es Kabbalah en palabras concretas.

Afirmaba Karen Berg que hay un antiguo refrán que dice: “Haz lo que puedas, con lo que tienes, en donde estás”. Ahora, obviamente esta es una afirmación profunda cuando nos referimos a nuestro trabajo personal de vida, pero en realidad también es verdad para nuestra misión espiritual aquí en la Tierra: la misión de perfeccionar nuestras almas. La verdad es que se nos ha dado lo que sea que tengamos (cualquier rasgo, limitación o talento) para que podamos cambiarnos a nosotros mismos en el interior.

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Acerca del autor

Hugo Martínez

Diseño Gráfico

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