Ciencias Alternas

Vivir con pasión

Esta semana, enciende la luz. Asume un riesgo. Atrévete a adentrarte en algo apasionante… algo que te haga sonreír. O que te inspire

Dr. Moisés Matamoros Muñoz

Ciudad de México, 19 de julio de 2022.— Pasión: incluso la palabra suena emocionante. Nos recuerda a Romeo y Julieta (¿o quizá al Sr. Darcy?) o algún otro romance arrebatador… arrasador, irracional y que lo consume todo. La usamos cuando hablamos de cosas que nos mueven: Me apasiona esta causa (o persona o tema). El diccionario de Oxford define pasión como “una muy fuerte sensación de amor, odio, enojo, entusiasmo, etc.”. La pregunta es: ¿de dónde proviene esta “muy fuerte sensación”? ¿Y será posible que la generemos por cuenta propia?

A diferencia del mito del romance en los que se muere trágicamente (por favor, Julieta, ¡debe haber otra solución!), la pasión no es algo externo que está esperando que la encontremos. Es una cualidad interna, algo que no solo podemos cultivar sino también dirigir hacia el cambio positivo.

Aquí viene lo que se le llama la práctica de la pasión. La pasión como práctica requiere que enfrentemos el mundo con la totalidad de nuestro ser. Ser sinceros con nosotros mismos sobre quiénes somos y qué queremos de verdad. Implica que seamos valientes. Intrépidos. Exige que nunca nos conformemos y que, en su lugar, actuemos.

La palabra pasión en alemán es leidenschaft, cuya traducción aproximada es “la habilidad de luchar”. En otras palabras, para generar pasión, ¡debemos hacer el trabajo requerido para manifestarla! Ese trabajo podría involucrar el fracaso. Podría significar perder a alguien o algo que nos ha estado reteniendo. Y casi sin ninguna duda, significará sacrificar un aspecto de nuestra comodidad, porque eso es lo que requieren el crecimiento y el cambio.

Demasiadas personas viven “el casi”. Están bien, se sienten cómodos con sus empleos, sus vidas, sus circunstancias. Simplemente bien. Pero estoy aquí para decirte que, desde mi punto de vista, ¡“bien” no es suficiente! No tenemos que buscar demasiado lejos para ver que vivir la vida con la totalidad de nuestro ser no es un lujo; es, muy literalmente, natural. Un arroyo no detiene su curso de pronto sin ninguna razón. Una abeja no decide dejar de buscar néctar solo porque está aburrida de la polinización. Todo sigue su propio curso natural y, mediante esa naturaleza, hace lo que está destinado a hacer… con todo su ser e incluso con gozo. Nosotros, también, solo necesitamos buscar maneras de expresar más de quienes somos verdaderamente; y a través de esa expresión, generamos pasión.

Algo en nuestro interior sabe cuándo necesitamos un gran cambio de vida, pero con mucha frecuencia un pequeño cambio puede dar grandes recompensas. ¿El problema? Cuando no sentimos pasión, se puede instalar el miedo. Puede paralizarnos en la manera que un velero en un lago quieto no puede moverse sin el viento. Para crear esa brisa, nosotros mismos debemos movernos, físicamente o de cualquier otro modo. De aquí es de donde obtenemos nuestra valentía y abrimos las puertas al cambio. (Créanme que se los dice una autoproclamada adicta al cambio: ¡el cambio es bueno!).

Una forma de atraer una agradable brisa es expandir tus intereses hacia nuevas direcciones. Un estudio reciente compartido en la revista Inc. mostró que las personas que tenían una afición o una actividad que les apasionara eran más seguras, resilientes y estaban más satisfechas en otras áreas de sus vidas. Según Patrician Linville, psicóloga de la Universidad de Duke, esto se debe a que cuando fortalecemos nuestros intereses y compendio de habilidades, sumamos a nuestros roles percibidos; a lo que ella llama el “portafolio de personalidades”. Ya no nos vemos solamente como un padre, tutor o trabajador con un cargo en cierto empleo. También somos surfistas, jardineros o pasteleros expertos. Practicar algo que nos hace sentir felices y conectados difunde esa sensación de movimiento y euforia a aquellos rincones estancados.

He aquí algunos consejos para cultivar más pasión en tu propia vida:
1) Busca los lugares en los que te falta entusiasmo. No hablo de un día “desconectado” ocasional (todos los tenemos). Me refiero a aquellas áreas en tu vida.

2) Encuentra maneras de llevar más emoción a esos lugares. Puede ser tan simple como planificar un viaje romántico a otra ciudad o entorno para avivar una relación. Podría significar defender tu postura en tu empleo o prestar más atención a los aspectos del mismo que te satisfacen. A veces ni siquiera reconocemos cómo podríamos conectarnos más con tan solo expresarnos o llevar nuestra atención hacia lo positivo.

3) ¿Hay algo que siempre hayas querido explorar? Sigue ese instinto. Así como una vela revela lo que ya estaba en la oscuridad, hay pasiones en nuestro interior que están esperando ser descubiertas; y con ellas, ¡partes de nuestro ser que no teníamos idea que existían!

Tal y como enseña la Kabbalah, cada uno de nosotros está destinado a encontrar y manifestar nuestro propósito supremo en esta vida. Eso significa sintonizar con aquello que nos haga sentir más vivos. Así que esta semana, enciende la luz. Asume un riesgo. Atrévete a adentrarte en algo apasionante… algo que te haga sonreír. O que te inspire.
Fuente: www.kabbalah.com

@moises.matamoros

Fotografía: Pixabay

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