Comercio y Negocios

Faber-Castell celebra el Día Mundial del Bolígrafo

El invento del argentino Ladislao José Biró se patentó el 10 de junio de 1943 y se convirtió en un producto necesario para escribir en la vida diaria de las personas

Revista Protocolo

Ciudad de México, 10 de junio de 2020.— Algunos inventos han logrado cambiar el mundo por completo. Es el caso de la pluma o comúnmente conocido como bolígrafo que hoy, 10 de junio, celebra su día mundial. El motivo de esta célebre fecha se debe a que el periodista húngaro (nacionalizado argentino) Ladislao José Biró, patenta en Buenos Aires esta herramienta que se sigue utilizando todos los días.

László József Bíró, conocido en la Argentina como Ladislao José Biró, un día de 1938 estaba realizando su registro en el hotel Rogacka Clatina, de la antigua Yugoslavia, adonde había acudido para cubrir trabajos periodísticos, y para firmar sacó lo que entonces era un objeto extraño, una especie de pluma que no necesitaba recargarse.

El acto y el artefacto fueron observados por Agustín Pedro Justo, presidente de Argentina en aquel entonces y quien lo invitó a platicar e incluso le ofreció apoyo para que se trasladase a su país para desarrollar su invento. Lo que Biró portaba era uno de los primeros prototipos de su Birome.

Desde tiempo atrás, como periodista le molestaban los trastornos que le ocasionaba su pluma cuando se le atascaba o se quedaba sin tinta. Ladislao observó cómo para la impresión de los periódicos se utilizaba una tinta de secado rápido, lo cual evitaba los manchones, pero la misma era poco útil para los objetos de escritura de la época, porque se atoraba y no bajaba hacia la punta.

Con la ayuda de Georg, su hermano, que era químico, logró sintetizar una tinta que era útil para la escritura a mano, pero que tenía el inconveniente de que no podía usarse con la pluma, ya que se trababa al escribir.

Ladislao ideó cómo resolver el problema observando a unos niños mientras jugaban en la calle con canicas que, al cruzar un charco, salían trazando una línea de agua en el suelo seco: se dio cuenta de que, en lugar de utilizar una pluma metálica en la punta, debía utilizar una bolita.

En 1938, el expresidente Pedro Justo invitó a Biró a radicar en su país. Junto con su hermano y su socio, Juan Jorge Meyne, Biró decidió en 1940 aceptar la oferta del exmandatario y se marchó a Argentina, dejando atrás la represión que vivía, como judío, en medio de la Europa nazi.

Fue en ese mismo año cuando los tres formaron la compañía Biró Meyne Biró. En un garaje y pese a su bajo presupuesto, fue donde consiguieron perfeccionar su invento que fue vendido el 10 de junio de 1943, bajo el nombre comercial de Birome ya que la empresa cayó en quiebra porque las primeras piezas regaban tinta y manchaban camisas, sacos y papeles; en un intento de mantener su comercialización las ofrecieron con un vale para tintorería, pero el producto fue rechazado.

Biró se dirigió hacia la fábrica que tenían montada y les contó a los 32 trabajadores la verdad, invitándolos a continuar con él, con la advertencia de que no podría pagarles hasta que el producto se pudiese comercializar.

En 1941, encontraron la solución y comenzaron nuevas pruebas y ensamblajes de la nueva Birome, la cual patentaron el 10 de junio de 1943.

Cuando comenzaron a promoverse se les llamaba también “esferográfica”, por la esfera que tenían en la punta y que permitía administrar la cantidad de tinta para escribir, y se hacía hincapié en que siempre estaba cargada, secaba en el acto, permitía hacer copias con papel carbónico y su tinta era indeleble.

Finalmente, el nombre que más proliferó en el mundo fue el de bolígrafo, en México más conocido como “pluma”.

Hoy en día el bolígrafo o pluma es considerada una de pieza vital en la vida diaria de las personas, además de escribir o dibujar con ellos, son el producto ideal para regalar.

Faber-Castell, marcas líder en el mercado de la escritura desde 1761. Su gama de plumas posee una variedad ideal para todos los gustos y necesidades. La serie Grip incluye la línea de plumas Trend, con colores llamativos como rosa, turquesa y azul. Cada uno de ellos se presenta con puntos de realce que contrastan, una superficie brillante y clip de acero inoxidable. Gracias a su forma ergonómica, estos útiles de escritura facilitan un agarre firme y cómodo.

Las plumas están equipadas con un plumín resistente que escribe de manera suave, entregando un flujo limpio de tinta disponible también en los tonos del cuerpo de la pieza. Su punta fineliner de alta calidad revestida de metal proporciona una sensación de escritura extrasuave y que resulta perfecta para todos los escritores habituales.

Las plumas Grip Trend vienen a reforzar los valores más clásicos de Faber-Castell. Al utilizarlas, se experimenta una inconfundible alegría, ya que su diseño triangular ergonómico y la zona de agarre suave afianza la mano, proporcionando mayor comodidad al escribir.

Países que nos están viendo

ALIANZAS