Hay entre 6 y 10 ratas por habitante en la CDMX, de acuerdo con datos de la UNAM. Las cucarachas son portadoras de hasta 45 agentes patógenos y se pueden proliferar en casi todos los ambientes
Ciudad de México, 26 de mayo de 2023.— Aunque no existen cifras oficiales sobre el impacto de las plagas en los sectores de hospitalidad, restaurantes e industria, la importancia de prevenir y eliminar plagas es indiscutible debido a que animales como roedores e insectos representan un alto riesgo para la salud humana.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, sólo en la Ciudad de México hay entre 60 y 90 millones de ratas, aproximadamente de 6 a 10 ratas por cada habitante.
Ecolab, el líder mundial en soluciones y servicios de agua, higiene y prevención de infecciones promueve el cuidado de los entornos donde las personas se abastecen de alimentos, vacacionan, se alimentan o trabajan a través de evitar la proliferación de plagas de insectos, roedores y otras plagas urbanas que pueden transmitir más de 200 enfermedades y contaminar instalaciones, equipos y utensilios.
“La principal acción contra las plagas siempre será la prevención a través de la higiene. Cuando se da una serie de condiciones como calor, disponibilidad de alimento, lugares pequeños de fácil acceso para las plagas (y difícil acceso para las personas), tenemos una conjunción de elementos que podrían promover infestaciones”, señaló Luis Morales, líder de la División de Eliminación de Plagas de Ecolab.
Entre las plagas urbanas más comunes en nuestro país están las de roedores, cucarachas, chinches, moscas y mosquitos. De acuerdo con el Manual de Inocuidad de la Secretaría de Salud, las cucarachas tienen la característica de adaptarse a cualquier ambiente, proliferan en temperaturas de 20 a 29 grados centígrados, pero pueden sobrevivir a una temperatura de -4°C; otro de los factores que contribuyen a su supervivencia es que exista humedad de entre 80 y 90%. En la actualidad se conocen alrededor de 45 patógenos que pueden ser transmitidos de manera mecánica por estos insectos, lo que representa no solo un problema de salud pública, sino un riesgo para la reputación de compañías de variados sectores.
“Una infestación es resultado de una serie de oportunidades de mejora que básicamente se pueden resumir en falta de limpieza, deficiencia en los procesos de desinfección o malas prácticas en el almacenaje de alimentos y en el manejo de los residuos y desperdicios”, sentenció Luis Morales. El control efectivo de plagas requiere de soluciones basadas en ciencia que prevengan que las plagas se establezcan y proliferen, sobre todo en zonas de contacto con alimentos y personas.
Roedores, cucarachas y moscas pueden transmitir enfermedades como salmonella typhimurium, poliomielitis, entamoeba histolytica, leptospirosis, tularemia, listeriosis, giardiosis, salmonellosis, oftalmía, disentería bacilar, tifoidea, tuberculosis y E. Coli, entre otras; algunas de ellas incluso pueden llegar a ser mortales.
Para reducir los riesgos de plagas en instalaciones, establecimientos de comida y sitios de hospitalidad, Ecolab recomienda acciones preventivas como:
- Inspección exhaustiva durante recibo de abastecimientos que ayuden a reducir ingresos de plagas, también para identificar puntos de acceso.
- Mantener equipos y herramientas en óptimas condiciones de higiene y desinfección.
- Aplicaciones preventivas como parte de un Programa de Manejo Integrado de Plagas.
- Capacitación para todo el personal en materia de medidas de seguridad y protocolos de higiene y desinfección.
- Apoyarse con un Proveedor de Servicios de Control de Plagas cualificado.
- Mantener las instalaciones ordenadas y limpias.
- Asesoramiento constante para evitar cualquier plaga.
“Aproximadamente 70 por ciento de los establecimientos que manejan alimentos se preocupan por su reputación, por la pérdida de clientes o multas de los organismos de salubridad. Quizá el otro 30 por ciento también se preocupe por ello, pero usualmente el comercio informal no cuenta con las herramientas necesarias para vigilar la inocuidad de los alimentos y proteger la reputación de sus negocios, por lo que es más difícil lograr un control”, finalizó Luis Morales.
Fotografía: Ecolab
